En España, el año pasado se vendieron un total de 118.646 automóviles diésel, una cifra que supuso el 12,5% de la cuota de mercado, mientras que, en 2022, ese porcentaje fue del 17,10%, por tanto, se extrae un descenso de las matriculaciones de estos vehículos.
Estos datos chocan con la cifra de ventas de coches gasolina, que fue de 387.749 unidades, lo que supuso el 40,8% de la cuota de mercado, una cifra similar a la del 2022, cuando ese porcentaje era del 41,9%. En definitiva, los datos de nuevas matriculaciones de vehículos diésel señalan una fuerte caída de las ventas.
¿Cuáles son los motivos del arrepentimiento de la compra?
En primer lugar, los vehículos diésel son los que tienen un mayor número de restricciones en las Zonas de Bajas Emisiones, ya que no disponen del derecho a obtener una etiqueta de la DGT los diésel matriculados antes de 2006.
Por otra parte, los automóviles diésel entre 2006 y septiembre de 2015 solo tienen derecho a portar la pegatina ambiental B (amarilla), un distinto que pueden llevar los gasolina matriculados desde el año 2001 hasta el 2005. Además, los coches diésel actuales ya no cuentan con la gran autonomía de hace unos años, así como el consumo de este combustible es mayor, por lo que algunos compradores de ellos se arrepienten de su adquisición.
¿Qué es más caro de mantener un coche diésel o gasolina?
Desde el Real Automóvil Club de España (RACE) precisan que el coste de mantenimiento de un automóvil diésel es mayor que el de un gasolina, ya que los coches gasolina presentan una motorización más sencilla. En los coches diésel suele ser habitual añadir AdBlue cada 10.000 km para contrarrestar las emisiones de CO₂ y cumplir así con la normativa Euro VI.
Además, es necesario limpiar los filtros de gases más a menudo, y, por último, el desgaste de piezas claves como la correa de distribución es mayor que en los gasolina.
¿Qué es peor: echar gasolina a un diésel, o diésel a un gasolina?
Ambos errores nos obligarán a llamar al servicio de asistencia de nuestra póliza de seguro, por lo que nuestro vehículo deberá acudir a un taller para arreglar los fallos derivados de esta terrible equivocación.
Pero según precisa el director del departamento de Máquinas y Motores de la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Málaga, Francisco Javier Martos es peor echar gasolina a un diésel, que el caso contrario, sobre todo en lo que se refiere a gastos de la reparación, debido a que la gasolina es menos lubricante por lo que es fácil que se rompa la bomba y el sistema de inyección del motor diésel.
Aunque, ambas reparaciones precisan de vaciar el depósito y todos los conductos por donde haya circulado el combustible equivocado, por lo que, el precio de la reparación también dependerá de la cantidad de fuel incorrecto introducido en el depósito.
Source: Coches
