El mercado de vehículos de segunda mano es una gran opción para encontrar un coche con entrega inmediata y un precio asequible, aunque por el momento el coste medio no ha dejado de subir ante el aumento de la demanda. Aunque tenga una serie de ventajas innegables, también es cierto que hay que extremar las precauciones cuando compramos un coche usado.
Es mucho más probable que suframos algún tipo de fraude o estafa durante la compra de un vehículo en el sector de ocasión, sobre todo entre particulares, que si apostamos por un vehículo nuevo. De hecho, hay varios timos en el mercado de los coches usados que se repiten de manera cíclica y, de tanto en cuando, caen redes que se dedican a las estafas en este sector.
Puede ser que el timo más conocido y, a día de hoy, más identificable gracias al avance tecnológico de los vehículos sea el del cuentakilómetros, que consiste en manipular el contador de los kilómetros que efectivamente ha recorrido el coche para conseguir venderlo más caro de lo que realmente costaría. Este timo es peligroso porque el comprador adquiere un vehículo pensando que tiene muchos menos kilómetros de los realmente recorridos y puede saltarse el mantenimiento y la sustitución de piezas, aumentando las probabilidades de sufrir una avería o incluso un accidente.
Documentos falsos
También nos podemos encontrar con que el libro de mantenimiento del vehículo está manipulado o la documentación no es la del coche que tenemos delante. En el primer caso, este intento de engaño afecta directamente al estado del vehículo y a su fiabilidad: si el libro de mantenimiento no corresponde con el modelo que tenemos delante para comprar, es imposible que sepamos cuál es su estado actual o qué tipo de reparaciones se le han practicado. Puede ser que acabemos comprando un coche que nos haga perder mucho dinero en el mecánico.
Lo mismo sucede cuando hay problemas con la documentación del coche. Si el número de bastidor o de matrícula no corresponde o, directamente, no existe ningún tipo de documento que acredite a quién pertenece el coche, mejor dejarlo pasar y no comprarlo. Podríamos estar ante un vehículo robado y, en caso de que el dueño real lo reclame, nos quedaríamos sin coche y sin el dinero de la compra.
Vicios ocultos o coches inexistentes
Puede ser que, aunque revisemos el coche, este acabe por averiarse a causa de fallos o falta de mantenimiento del propietario anterior. A estas averías se las considera vicios ocultos y, con los nuevos cambios de normativa, será el vendedor quien tenga que ocuparse de su reparación. De todas formas, siempre hay que revisar el vehículo de arriba a abajo antes de comprarlo.
También puede pasar que el coche directamente no exista. Esto son estafas de manual que se repiten en otros sectores, como en el de alquiler de viviendas. Gracias a la proliferación de anuncios en internet, los estafadores suben fotos de vehículos a la venta y consiguen convencer a los compradores de que hagan una transferencia sin ver el vehículo. Lo más aconsejable es poder ver y probar el coche antes de pagar ninguna cantidad y hacerlo siempre firmando un contrato de compraventa.
Source: Coches