Tras estallar la crisis la sanitaria provocada por el coronavirus y una vez que se pusieron en marcha las diversas medidas ministeriales para intentar contenerla, cada día se conocen más las diferentes realidades que viven los ciudadanos españoles y las dificultades a las que cada núcleo familiar está haciendo frente.
Un caso concreto es el de los usuarios de caravanas, autocaravanas y vehículos habitables como las furgonetas camperizadas. Muchos de estos conductores y viajeros viven habitualmente en estas casas móviles y la imposición de las restricciones de desplazamiento del Real Decreto del día 14 les pilló a kilómetros de sus residencias fijas (a quienes la tengan, ya que algunos de ellos son nómadas).
Algunos de aquellos a los que el estado de alerta les pilló en mitad de viaje con su caravana en, por ejemplo, un camping, ya se les están empezando a plantear las primeras dificultades. Y es que hace poco más de diez días se decretó el cierre de todos los establecimientos turísticos como hoteles y, por supuesto, campings y zonas de estacionamiento para este tipo de vehículos.
Según la Federación Española de Campings, los datos que se manejan barajan un total de 18.000 personas que, ahora mismo, están en aislamiento en sus caravanas en diferentes establecimientos de España. Lo que calculan que serían entre 7.000 y 9.000 vehículos.
Y es que, aunque se haya decretado el cierre, se permite que continúen abiertos si tienes huéspedes de larga estancia que cuenten con sus propios espacios habitacionales en los que puedan desarrollar actividades de primera necesidad y en los que puedan cumplir las normas de aislamiento social.
Así, ante la imposibilidad de ponerse de nuevo en ruta para viajar hasta casa (ya que los desplazamientos de largo recorrido están restringidos) y, además, eso significaría enfrentarse al riesgo de que el próximo establecimiento, área o camping esté cerrado o no admita más inquilinos. De momento, algunos de estos viajeros han decidido ser socialmente responsables guardando aislamiento en el lugar en el que les pilló el Real Decreto.
Source: Coches