Después de los meses de primavera, en verano las alergias no dan tregua y siguen acosando a todas las personas que padecen algún tipo de intolerancia. Tanta puede ser la molestia que los síntomas alérgicos llegan a afectar el desarrollo de actividades cotidianas, como la conducción.
Según un informe que ha desarrollado Acierto.com con motivo del Día Mundial de la Alergia, que se celebró ayer, las personas alérgicas tienen un 30% más de posibilidades de sufrir un accidente de tráfico.
Además, según señala el comparador de seguros, del total de siniestros que se registran en un año entre el 2% y el 5% están relacionados con alergias de tipo respiratorio. De esta cantidad, el 2% acabaron con víctimas mortales.
Y es que conducir con alergia es un peligro para el conductor pero, también, para el resto de usuarios de la vía, ya que si este sufre un percance puede también involucrará al resto de vehículos que le rodeen.
Cuando se produce un ataque de estornudos propio de las alergias, se puede llegar a retirar la atención de la carretera durante unos 20 o incluso 30 segundos. Esto se traduce en recorrer, al menos, 100 metros a ciegas dependiendo de la velocidad a la que circule el coche. Todo este tiempo es más que el suficiente para sufrir un choque o perder el control del vehículo.
Los procesos alérgicos también provocar picor en los ojos o lagrimeo, lo que obliga a rascarse y frotarse reduciendo la capacidad de la visión Cabe recordar que el 90% de las informaciones que se reciben al conducir son por el sentido de la vista, por lo que tener los ojos en malas condiciones puede ser peligroso.
Y, por último, las alergias suelen provocar fatiga y cansancio, además de afectar a la calidad del sueño. El estrés, sumado a dormir pocas horas, puede hacer mella en las facultades físicas al conducir.
Source: Coches