Si el Seat Ibiza es un éxito entre los utilitarios desde que vio la luz a mediados de los años 80 del siglo pasado, prácticamente se puede decir lo mismo del Arona, en su caso en el segmento de los SUV de pequeño tamaño, pero desde hace tan solo cuatro años.
Ambos tienen mucho en común, y como se han renovado a la vez, repasamos aquí los principales cambios acometidos para seguir siendo referencias en sus respectivos segmentos.
Seat ha decidido que los faros cien por cien LED sean de serie en los dos modelos. Esto es una clara ventaja, puesto que además de ofrecer una mejor iluminación, consumen menos recursos. Por su parte, el catálogo de llantas (de 15 a 18”) se ha ampliado con nuevos y más originales diseños.
Tras lanzarlo con éxito en el Ateca, el Arona recibe también el acabado X-Perience, que se caracteriza por detalles que incrementan su estética off road, como los protectores en color aluminio delante y detrás, aunque estamos ante un modelo de uso claramente urbano.
Arona e Ibiza cambian a una tipografía “manual” a la hora de exhibir su nombre en el portón trasero, un pequeño detalle que los dota de mayor estilo, al igual que el nuevo logotipo de Seat en mate y brillo.
El habitáculo de ambos modelos cambia totalmente con respecto a sus predecesores: nuevos materiales y volante multifunción, pantalla flotante para el sistema multimedia (en lugar de estar encastrada en el salpicadero), aireadores centrales reubicados y laterales rediseñados en formato redondo y mejora de materiales e iluminación crean un ambiente mucho más moderno y atractivo.
Las pantallas del sistema de infoentretenimiento crecen y, además de la básica de 6,2”, pueden ser de 8,25 o 9,2 pulgadas. Dicho sistema permite ahora conexión inalámbrica mediante Apple CarPlay y Android Auto y también se puede gestionar mediante voz (la función se activa diciendo “Hola, hola”). Por su parte, la tarjeta eSIM integrada permite llamadas de emergencia y servicios de conectividad con control remoto vía aplicación móvil (Seat Connect).
La oferta mecánica está compuesta por motores de gasolina y Gas Natural Comprimido con potencias que van de los 80 a 150 caballos y con cambios manuales o DSG de doble embrague y 7 velocidades. Las versiones GNC cuentan con etiqueta “Eco” de la DGT, con las ventajas fiscales y de movilidad que corresponden.
La gama se estructura en torno a los acabados Reference, Style, Xcellence (solo en el Ibiza), X-Perience (solo en el Arona) y FR, aunque en la mayoría de los casos hay paquetes complementarios que reciben el apellido “Plus”.
Gracias a los nuevos sistemas de seguridad, conducir un Ibiza o Arona es más seguro que antes, no en vano pueden contar con recursos como los asistentes de carril y de frenada de emergencia, alerta de vehículos en ángulo muerto, reconocimiento de señales de tráfico o el asistente de luces de carretera.
Además de todo lo dicho, estos modelos pueden estar provistos de un equipamiento digno de segmentos superiores en los acabados medios y altos: sistema de acceso y arranque sin llave, cuadro de mandos digital con pantalla de 10,2”, modos de conducción (Seat Drive Profile), control de crucero adaptativo, cámara de visión trasera o asistente de aparcamiento.
Con los descuentos de la marca, el nuevo Ibiza se puede adquirir en el lanzamiento por 13.000 euros (16.200 según la tarifa oficial), mientras que el Arona está disponible desde 16.670 euros (19.870 sin descuentos). En ambos casos es una cuantía muy competitiva que va aumentando, claro está, en función de los acabados.
Source: Coches