Vie. Nov 15th, 2024

Con la llegada de los meses de invierno a España, a la hora de circular con nuestro vehículo nos podemos encontrar con circunstancias meteorológicas que afectan a la conducción, como son la niebla, la lluvia o la nieve.

Por ello, desde la Guardia Civil aconsejan mantener la calma al volante en estas situaciones, asimismo, han difundido la Regla de las 3 V, con la que se pretende reducir los riesgos de los conductores cuando se topen con alguno de estos fenómenos climáticos en los que las condiciones de visibilidad se vuelven mínimas.

¿En qué consiste la regla de las 3V?

Esta distinción que ofrece la Guardia Civil hace referencia a la importancia de la Visibilidad, la Velocidad y la posición del Vehículo delantero cuando conducimos con una espesa niebla, por lo que se deberá adaptar cada una de estas tres “V” en relación con la densidad de la niebla.

Por ejemplo, desde su cuenta de X, la Benemérita indica que en el caso de que la niebla solo permita una visibilidad de 50 metros, debemos reducir la velocidad hasta los 50 km/h y mantener una distancia de seguridad con el vehículo que nos precede de 50 metros.

¿Cuándo se pueden encender las luces antiniebla?

El Reglamento General de Circulación especifica muy claramente en su artículo 106 que “la luz antiniebla trasera solamente deberá llevarse encendida cuando las condiciones meteorológicas o ambientales sean especialmente desfavorables, como en caso de niebla espesa, lluvia muy intensa, fuerte nevada o nubes densas de polvo o humo”.

Por otra parte, también reseña que, si circulas sin este alumbrado en situaciones de falta o disminución de visibilidad, estarás cometiendo una infracción calificada como grave por la DGT, por lo que la Guardia Civil te podrá sancionar.

¿Cómo actuar si se produce el temido aquaplaning?

En primer lugar, el aquaplaning puede producirse por la falta de dibujo o presión del neumático, así como por circular a una velocidad inadecuada, por lo que se produce una pérdida del control. Por ello, la DGT recomienda mantener la calma y sujetar de manera firme el volante con las dos manos.

A su vez, hay que evitar frenar o acelerar hasta que las ruedas vuelvan a “agarrarse” al asfalto, en este punto, lo mejor es corregir la trayectoria y reducir la velocidad considerablemente para evitar que nos vuelva a suceder. También se aconseja tener mucho cuidado con las hojas caídas, ya que actúan como una capa de hielo sobre el asfalto.


Source: Coches

Share Button

por admin