La nueva normalidad ha reactivado los servicios de carsharing y carpooling que quedaron parados tras la declaración del estado de alarma. Así, en ciudades como Madrid y Barcelona ya se pueden utilizar los coches por minutos y desde el mes pasado es posible compartir viaje (y gastos) en las plataformas dedicadas a tal fin.
Pero, pese a haber recuperado la libertad de movimiento, si que se han introducido varios cambios en el uso de este tipo de servicios. Independientemente de que se utilice un coche de carsharing para ir hasta el centro o de que se comparta el vehículo privado para hacer un viaje por España, hay que seguir unas nuevas normas enfocadas a la prevención de contagios.
El carsharing consiste en un alquiler por minutos y, habitualmente, a través de una aplicación móvil, de coches disponibles en un área urbana determinada. Es muy cómodo para no tener que preocuparse por aparcar, pagar seguro o disponer de vehículo propio y es perfecto para moverse en las grandes ciudades.
En este tipo de empresas, como Car2Go, Zity o Free2Move, han comenzado aplicar desde la recuperación del servicio estas normas comunes para sus usuarios:
El carpooling es un servicio a través del cual se pueden publicitar viajes para encontrar compañeros de ruta y, así, dividir gastos. La empresa más veterena en España en ofrecer este servicio es Blablacar aunque también hay otras como Amovens que conjugan carpooling y carsharing, pero de vehículos particulares. Las normas que han empezado a aplicar estas empresas son:
Source: Coches