No hay buenas noticias respecto al precio de los carburantes fósiles: cuando parece que empiezan a bajar, acaban por volver a remontar y marcar máximos históricos. Desde hace unos meses, la situación empeora y fluctúa volviendo a subir después de dar un ligero alivio pero sin que este llegue a ser duradero.
Aunque el Gobierno trato de paliar los efectos de estas subidas implacables que ahogan tanto a los conductores particulares como a los profesionales imponiendo una bonificación de mínimo 20 céntimos por cada litro de combustible repostado, la continua escalada de precios hace que este descuento acabe por ser insuficiente.
Desde que el día 1 de abril se pusiera en marcha esta medida (por la que tantas gasolineras se quejaron al no saber cuándo iban a recibir los ingresos del Gobierno, siendo ellos quienes tenían que adelantar la integridad total del descuento), el precio de los carburantes ha continuado subiendo, una circunstancia por la que muchas voces culpan, en parte, a las estaciones de servicio.
Subidas de más de 1 céntimo por litro
El día 1 de abril, el precio medio por litro de la gasolina sin plomo 95 se quedó en los 1,817 euros. A finales del mismo mes alcanzó los 1,855 euros por litro, algo nunca visto. La sin plomo 98, siempre más cara, llegó a superar los 2 euros por litro. El gasóleo A se comportó de igual manera, sorprendiendo incluso más aún al superar en precio por litro a la gasolina: paso de los 1,852 euros a los 1,877 euros. El A+ llegó a rozar los 2 euros por litro.
El mes de mayo, según los datos del Ministerio de Transición Ecológica recogidos por dieselogasolina.com, se inició con un precio de 1,858 euros por litro para la gasolina 95 y 1,892 euros por litro para el gasóleo. A día 20 de mayo la gasolina sin plomo 95 ha alcanzado los 1,951 euros por litro y el gasóleo, sin embargo, se ha estabilizado en los 1,871 euros por litro después de haber tocado un máximo de 1,918 euros por litro el 6 de mayo.
Source: Coches
