No hace falta cruzar el Atlántico hasta Estados Unidos para recorrer impresionantes rutas en moto, y es que a pesar de que la célebre Ruta 66 sea la más conocida del planeta, en España también hay itinerarios fascinantes para que los amantes de las dos ruedas puedan dar rienda suelta a su pasión y recorrer enclaves sublimes. Una de ellas se encuentra en el sur de la Península Ibérica, en concreto en la provincia de Huelva, y atraviesa algunos de los lugares más increíbles de la región oscense.
Se trata de la magnífica ruta por la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, un alucinante recorrido de unos 175 kilómetros que discurre por lugares espléndidos. Eso sí, saliéndose un poco del recorrido marcado también es posible descubrir otras maravillas que no se encontrarían si se sigue lo que indica el GPS, y ese es precisamente el caso de este trayecto: si se toma un ligero desvío (para después regresar al camino original), es posible contemplar una presa con aguas de distintos colores.
La increíble ruta motera por una presa bicolor
Esta apasionante ruta arranca en el pueblo del Santa Olalla del Cala, y atraviesa otras muchas localidades de la provincia de Huelva que se caracterizan por sus impolutas casas de fachadas blancas, como Cala, Arroyomolinos de León, Aracena, Linares de la Sierra, Alájar o Niebla, donde finaliza el itinerario. Además, entre población y población se podrán contemplar impresionantes estampas de la Sierra de Aracena e incluso maravillas arquitectónicas, como castillos con siglos de historia.
Eso sí, en algunos de esos pueblos se puede hacer una parada para conocer apasionantes naturales como la Gruta de las Maravillas, aunque sin duda uno de los grandes atractivos de la ruta es la espectacularidad de sus enclaves. Los entornos repletos de vegetación y la biodiversidad de fauna no hacen más que añadir encanto al trayecto, algo a lo que también contribuyen los embalses por los que se pasa, como el de Zufre.
Eso sí, se puede coger un desvío para contemplar uno de los grandes espectáculos visuales de la provincia de Huelva, que no es otro que el de la presa de Gossan-Cobre. En el último tercio del camino, poco antes de llegar a la localidad de Zalamea la Real, se puede tomar la salida por la A-461 desde la N-435, la carretera principal del viaje, para adentrarse en las villas de Minas de Río Tinto, El Campillo y Nerva. ¿El motivo? Que entre ellas se ocultan dos embalses de dos tonalidades diferentes.
Esta magnífica presa almacena aguas de la actividad minera en el río Rejondillo y separa dos pantanos muy diferentes entre sí: mientras a un lado se pueden observar aguas de un color más verdoso, en el otro margen los tonos rojizos dominan todo el paisaje. Por ello, es casi obligatorio desviarse durante un pequeño tramo de la ruta principal y poder atravesar este imponente paraje para después regresar a la N-435 y encarar el tramo final de este asombroso trayecto en moto.
Source: Coches