Son muchas las razones por las que la elevada media de edad del parque automovilístico español, que supera los 12 años de antigüedad, debe preocuparnos. Los niveles de contaminación, factores económicos… pero a nivel de uso individual, un coche viejo significa menor seguridad.
La prioridad del Gobierno y de asociaciones como Anfac pasa por rejuvenecer el parque automovilístico, no solo por motivos de reactivación de la economía o de mejora de la calidad del aire, sino también por causas de seguridad vial. Un coche nuevo puede significar salvar vidas.
Según los test y las pruebas de seguridad a las que se someten los vehículos cuando salen al mercado, una colisión frontal a una velocidad de 64 kilómetros por hora sería letal si sucedería a bordo de un coche de más o menos 20 años de antigüedad.
Un gran factor que ha influido en el descenso de la mortalidad en accidentes de tráfico ha sido la mejora técnica y tecnológica de los coches con el paso de los años. El desarrollo de nuevos sistemas de seguridad y la incorporación de muchos de ellos de manera obligatoria en las versiones de serie han aumentado el grado de protección del coche.
Los airbags, bien utilizados, pueden reducir en un alto porcentaje las lesiones graves de una colisión y son obligatorios desde el 2006. También los sistemas de frenada ABS y el control de estabilidad del coche son útiles para mejorar las estadísticas.
Las mejoras en la estructura del coche, en el chasis y la carrocería han colaborado, a su vez, a que los vehículos sean más robustos y distribuyan mucho mejor los impactos, para así preservar a los ocupantes y evitarles lesiones graves. Esta evolución de la mecánica y la ingeniería puede apreciarse en las pruebas de la EuroNCAP en las que se testearon los mismos modelos de coche con unos 20 años de diferencia.
Source: Coches