No nos cansamos de escuchar que el futuro de la automoción es ecológico. Independientemente de que los motores sean eléctricos, de hidrógeno, con paneles solares o incluso híbridos, la evolución de la ingeniería automovilística apuesta cada vez por la reducción de emisiones. Y no solo en el uso privado de los vehículos.
Una manifestación de esta tendencia respetuosa con el medioambiente es el uso de este tipo de motorizaciones en los campeonatos de velocidad y resistencia del mundo del motor, ya sea de coches o de motos.
De momento, tres grandes competiciones de la Federación Internacional del Automóvil se llevan a cabo con coches con emisiones reducidas y para el año que viene se prevé introducir estas mecánicas en otros campeonatos.
Desde el año 2014, en Fórmula 1 los motores son híbridos, menos ruidosos y contaminantes, más tecnológicos y pequeños. También en el Mundial de Resistencia se utiliza tecnología híbrida, así como en las 24 horas de Le Mans, y en esta prueba de resistencia sólo han ganado prototipos híbridos.
Además, en lo que se refiere a coches y velocidad, a finales del 2014 comenzó a celebrarse la conocida como Fórmula E, en la que solo participan vehículos eléctricos, con hasta 400 caballos de velocidad. Las mejoras técnicas en este campo se han apreciado en la duración y autonomía de las baterías de estas máquinas de competición.
Para el año que viene y el siguiente, se pretende introducir la tecnología híbrida en el Mundial de Rallies mientras que en el Rallycross la apuesta es eléctrica, con la previsión de crear una categoría solo de este tipo.
Tampoco podemos olvidar mencionar el recién estrenado campeonato de Moto E, que inició su andadura con Dorna y la FIM el año pasado (si bien es cierto que tuvo que superar algunas dificultades). Estas motos eléctricas alcanzan una velocidad muy similar a las de combustible, aunque la duración de la carreras en menor.
Source: Coches