La nueva movilidad de emisiones reducidas o cero es todo un mundo. Que si eléctricos, que si híbridos (enchufables o no), que si pila de hidrógeno… Y, aunque parezcan todos lo mismo, no hay que confiarse, ya que cada modelo de motor necesita unos cuidados específicos aunque, por fuera, parezcan lo mismo.
Es el caso de los híbridos enchufables, también conocidos como PHEV (plug-in hybrid electric vehicle) o PHV (plug-in hybrid vehicle). Este tipo de motores se caracterizan, de manera muy resumida, por trabajar con un motor de combustible y una batería eléctrica que puede enchufarse a una corriente externa para recargarse.
La mayor diferencia con los coches eléctricos es la existencia de un motor de combustión y, con los híbridos no enchufables, la posibilidad de recargar la pila de manera externa, más allá del uso de la frenada regenerativa. Se podría decir que están a medio camino entre uno y otro. Dicho esto, ¿cómo hay que cuidar la batería de un híbrido enchufable?
-Ojo con el porcentaje de carga y descarga. En un PHEV es importante que la batería no baje del 20% ni supere, según algunas opiniones, el 80% (como en los eléctricos).
-En caso de que baje del 15-10%, hay que enchufarlo para que se cargue por completo.
-No hay que dejar que se descargue del todo, porque esto podría reducir gravemente la vida útil de la pila.
-Mantener las rejillas de la ventilación de la batería siempre limpias y evitar conducir por zonas con polvo o tierra.
-Usar siempre que sea posible el modo de carga lento.
-Si el coche va a estar estacionado durante mucho tiempo, hay que prestar atención a las condiciones climáticas, ya que las temperaturas extremas afectarán a la autonomía de la batería.
Source: Coches