Cuando se sufre un accidente, lo más habitual es que se rellene un parte amistoso y no haya que hacer nada más. Sin embargo, como explica el RACE, hay accidentes más severos en los que se requiere la presencia de la autoridad competente en el lugar de los hechos (bien la Policía o la Guardia Civil) sobre todo cuando hay lesionados, conductores bajo los efectos de las drogas, cuando uno de los implicados se da a la fuga o cuando no hay un acuerdo de la culpabilidad. En ese caso se va a tener que realizar un atestado o informe policial.
Es un documento que debe indicar qué vehículos están implicados, así como sus conductores, para que tanto el juez como las aseguradoras tengan la máxima información, sobre todo si no coinciden los testimonios de los afectados.
Un documento escrito y completo
Este escrito contiene multitud de información, como los datos de los agentes policiales, los conductores y personas relacionadas con el accidente, la hora, la fecha y lugar del suceso, la información de los vehículos implicados y sus aseguradoras, la declaración de los testigos, el croquis del accidente o los resultados de pruebas de alcohol y drogas.
Para solicitar el atestado policial existen varias vías. Las más comunes son pedirlo a la propia Policía, hacer un requerimiento a través de la web del ayuntamiento o en el propio juzgado mediante un abogado.
Tras conseguir el atestado policial, se debe leer detenidamente para saber cómo está redactado y cómo afecta si se ha sido una parte implicada. Si no se está convencido con la interpretación policial, o si se echa en falta algún dato que no está recogido en el atestado, se puede impugnar. Para ello hay que presentar en el juicio una prueba pericial que permita la reconstrucción del accidente y que demuestre que el atestado es erróneo.
Source: Coches
