Desde principios de este año, las ciudades de España con más de 50.000 habitantes han tenido que establecer las llamadas Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) que ya llevan un tiempo establecidas en grandes urbes como Madrid o Barcelona. Estas áreas implican que, dependiendo de la etiqueta medioambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT) que tengas en el coche (Cero, ECO, C o B), podrás o no entrar en ellas.
Estos distintivos que catalogan a los vehículos en función de las emisiones tienen dos grupos claramente diferenciados: los que tienen las pegatinas Cero o Eco, que no tienen ningún tipo de prohibición, y los que portan la etiqueta C o B, que han visto restringida su movilidad en las ZBE. Por ello, algunos conductores han realizado modificaciones a sus coches para conseguir una de las dos primeras distinciones, como por ejemplo convertir el vehículo en uno propulsado por gas licuado.
¿Qué es un coche de gas (GLP)?
Un coche GLP es un automóvil propulsado por el gas licuado del petróleo, un combustible fabricado a base de butano y propano a presión que hace que pase a estado líquido. Eso sí, aunque sean vehículos de doble carburación, no son considerados híbridos y pueden circular con ambos depósitos. Hay algunos usuarios que, ante las restricciones de la DGT, han decido transformar su vehículo de gasolina o diésel a este tipo para así poder recibir la etiqueta ECO.
Aunque a priori suene idóneo, lo cierto es que el transformar el coche en uno de GLP no garantiza que se pueda obtener la etiqueta ECO. Tan solo disfrutarán de dicho distintivo medioambiental los vehículos de gasolina matriculados a partir del año 2006 y que tengan la pegatina C al cumplir con las normativas Euro4, 5 o 6. Para los de diésel, obtendrán la distinción solo si cumplen con la Euro6 y fueron matriculados a partir del año 2015. Por lo tanto, no todos los automóviles son elegibles para ser propulsados en gas licuado.
Las restricciones en las ZBE para los coches de gas
Al tener la etiqueta ECO, los coches propulsados por gas licuado no tienen ningún tipo de restricción en las Zonas de Bajas Emisiones, por lo que pueden entrar y circular libremente por ellas, así como aparcar dentro de las plazas destinadas a ello. Al tratarse de uno de los distintivos más ‘ecológicos’, no hay indicios de que vayan a tener prohibiciones en un futuro próximo en las ZBE, por lo que podrán seguir accediendo sin ningún tipo de problema.
Source: Coches