El número de patinetes que circula a diario por las calles españolas ya ha sobrepasado el medio millón y llega a los 650.000, según los datos de la Federación Española de Vehículos de Movilidad Personal (FEVEMP). Al hecho de que son vehículos personales económicos en su uso cotidiano y baratos de adquirir (obviamente, según el modelo), hay que añadir las numerosas empresas que se han especializado en el sharing de patinetes eléctricos por minutos a través del alquiler mediante aplicaciones para smartphones.
El aumento de usuarios de los VMP en general ha provocado, igualmente, un aumento en el número de sanciones relacionadas con su utilización en la gran mayoría de ciudades españolas. Y es que desde el pasado diciembre del 2019, la Dirección General de Tráfico decidió unificar las normas de seguridad vial para regular la utilización de todo tipo de vehículo de movilidad personal.
Para evitar sanciones inesperadas o por desconocimiento, he aquí una guía que resume esta instrucción. Lo primero es conocer el objeto sancionable, así que por lo tanto, ¿qué es un VMP?. Según la instrucción, se considera vehículo de movilidad personal el que esté dotado de una o más ruedas, con una única plaza y propulsado exclusivamente por motores eléctricos que pueden proporcionar al vehículo una velocidad máxima por diseño comprendida entre 6 y 25 km/h. Todos aquellos que queden fuera de esta descripción entran en otra categoría de vehículos, por lo que podrán ser sancionados por otras razones. Las multas a las que se enfrentan los VMP son:
Hay dos supuestos en los que se debe atender a las normativas municipales: aparcar en la acera y llevar un casco protector. Pese a la Dirección General de Tráfico recomienda el uso de un casco, este no es obligatorio cuando se conduce en VMP. Sin embargo, las multas por dejar el patinete en la acera pueden alcanzar los 200 euros en algunas localidades españolas, por lo que será mejor echar un vistazo a la normativa municipal antes de subirse a un patinete.
Source: Coches