Tras el Puma, el Kuga y el Fiesta, en lo que a la división de turismos se refiere, Ford une ahora al Focus a su proceso de electrificación de la gama y consigue que se adhiera al grupo de modelos con etiqueta “Eco” de la DGT.
El Focus de cuarta generación lleva en el mercado tan solo desde 2018 y no contaba con versiones electrificadas. Ahora, al igual que el Fiesta, el compacto más popular de Ford contará con dos mecánicas con sistema Mild Hybrid de 48 voltios, de las que ya se pueden hacer pedidos.
En ambos casos está asociado a un motor gasolina de 1 litro de cubicaje, uno con 125 caballos y otro más potente que llega a los 155. El propulsor térmico se combina con un pequeño motor de arranque y generador eléctrico y con una batería de litio de 48 voltios. El generador, además de recuperar energía, puede aportar más fuerza (par) en determinados momentos o hacer que no sea el motor térmico el que la aporte, de modo que gasta menos combustible y emite menos C02. En el caso del motor Ecoboost Hybrid de 1 litro y 155 CV, las cifras oficiales hablan por sí solas: tiene un consumo de 5,1 litros a los 100 km y emite 115 gr/km de CO2 de media en ciclo WLTP.
La ganancia de par se hace notar en mayor medida con el modo de conducción Sport con el que cuenta el Focus, ya que es el que saca el máximo rendimiento al motor, entre otros ajustes.
Además del sistema híbrido, hay otras novedades en el Focus que se refieren principalmente al equipamiento, como la disponibilidad del cuadro de instrumentos digital mediante una amplia pantalla de 12,3 pulgadas o la introducción del módem FordPass Connect de serie. Por su parte, el acabado Trend+ (el posterior al básico) se potencia con cargador inalámbrico para dispositivos móviles, sistema multimedia Sync 3 con navegador, Control de Crucero Adaptativo, sensores de aparcamiento y cámara de visión trasera.
Source: Coches