La gama del Focus que conocemos hoy pertenece a la cuarta generación del modelo y fue lanzada en 2018. Como ya ha cumplido su primera mitad de ciclo, Ford ha considerado que es el momento de actualizarlo con ligeras pero importantes novedades que afectan a su estética, motorización y equipamiento.
El cambio de imagen no es ni mucho menos revolucionario, pero sí se nota en el frontal, con una parrilla más grande y con el logotipo insertado en el centro, tal y como ha hecho Ford recientemente con el Fiesta.
Junto a ello se han añadido nuevas luces LED, ahora de serie en toda la gama, y como estas asumen la funcionalidad antiniebla, los paragolpes son ahora más limpios y con tomas de aire más grandes para mejorar la aerodinámica.
De todos modos, cada variante del Focus tiene características propias en función del acabado, como marcos y detalles cromados en los Connected y Titanium, la parrilla tipo “panal de abeja” y los faldones laterales en el deportivo ST-Line o los protectores y elementos tipo SUV del Active.
Por dentro la gran novedad es el sistema multimedia Sync 4 en combinación con la pantalla horizontal de 13,2 pulgadas, la más grande del segmento según Ford, y que además de una interfaz más intuitiva y una respuesta mejorada admite navegación conectada a la nube, control por voz con comprensión del lenguaje natural y actualizaciones de software inalámbricas para tenerlo siempre al día e incluir nuevas funcionalidades. Por supuesto, es plenamente compatible con Apple CarPlay y Android Auto de manera inalámbrica.
En cuanto a las mecánicas, las variantes microhíbridas con sistema eléctrico de 48 voltios de 125 y 155 caballos, siempre en gasolina, se pueden combinar ahora con la transmisión automática Powershift de siete velocidades, lo que además de proporcionar mayor confort al conducir reduce consumo y emisiones.
El resto de la gama sigue fiel a los motores EcoBoost de gasolina con potencias de 100 y 125 CV, así como a las diésel EcoBlue de 95 y 120 CV, esta última con posibilidad de asociarse a una caja de cambios automática de ocho velocidades.
Pero una puesta al día que se precie no sería nada sin novedades tecnológicas, y en eso el nuevo Focus, que se empezará a vender en los concesionarios en el primer trimestre del próximo año, va bien servido.
La conectividad recae en el antes mencionado sistema multimedia y la aplicación FordPass para tener toda la información necesaria del vehículo y controlar algunas de sus funciones en un smartphone, lo que se potencia servicios como Connected Navigation, que proporciona información sobre el estado meteorológico en ruta, el tráfico en tiempo real o aparcamiento, o la suscripción Ford Secure, que incluye el servicio de vigilancia y recuperación del coche en caso de robo.
Otro factor importante a la hora de conducir y que está implementado en el nuevo Focus es la iluminación adaptativa por LED, que entre otras cosas evita deslumbrar a otros conductores, se ajusta al tipo de carretera por el que se transita y también se adapta a las condiciones meteorológicas.
Por último, respecto a la mejorada dotación en ayudas a la conducción destaca el sistema de supervisión de ángulo muerto con desvío en caso de peligro de colisión, el asistente para cruces con función de frenado o el asistente de aparcamiento activo.
Source: Coches
