Hay muchos factores que afectan a la conducción y a la seguridad de los pasajeros que van dentro de un vehículo. Desde el cansancio hasta distracciones como el uso del teléfono móvil, hay elementos que pueden influir en las habilidades de quien va al volante.
El uso de fármacos y medicamentos tiene una serie de efectos secundarios que merman la capacidad y la velocidad de reacción del conductor y pueden llegar a provocar un accidente de tráfico con graves consecuencias. Algunos de estos efectos secundarios son somnolencia y cansancio al volante, además de visión borrosa, vértigos y disminución del estado de alerta.
En caso de que los medicamentos sean necesarios para algún tipo de dolencia específica y que el paciente sea conductor profesional, será importante comentárselo al médico y conocer los posibles efectos adversos que puede tener los productos recetados.
Según los últimos datos disponibles por el sistema de Salud, alrededor del 15% de los españoles se automedican, por lo que es importante conocer los riesgos de tomar fármacos sin supervisión y después ponerse al volante.
En caso de no tener que recurrir al médico de cabecera habitual y comprar medicamentos para los que no se requiera receta, hay que leer siempre con detenimiento el prospecto del fármaco y conocer los posibles efectos secundarios de uso al volante.
Además, se desaconseja tomar alcohol mientras dure la ingesta de los medicamentos, dejar de tomarlos si se notan los efectos secundarios antes mencionados y hay que conducir y si hay dudas consultar siempre con el médico o el farmacéutico.
Source: Coches