Los coches eléctricos son una realidad más que consolidada que permite llegar cada día más lejos y va avanzando fuera de los limitados recorridos urbanos hacia los grandes viajes de largos kilómetros. O, por lo menos, así lo parece con las innovaciones de sus baterías que cada vez tienen más capacidad y autonomía.
Pese a que ya llevan años revolucionando la movilidad rodada, las baterías de este tipo de vehículos todavía despiertan dudas sobre su funcionamiento u otros aspectos prácticos relacionados con ellas. Por eso, la empresa de renting de vehículos Arval ha decidido responder a las preguntas más frecuentes que hay sobre las pilas de los coches.
Una batería proporciona energía para ser usada en cualquier dispositivo eléctrico, aunque para ello tiene que haber recogido previamente esta energía, a través de la carga. Esta energía eléctrica acumulada se transforma en química dentro de los polos de la pila y se va liberando.
En las baterías más usadas en vehículos eléctricos (NMC), se pueden encontrar seis: cobalto, níquel, manganeso, litio, aluminio y cobre. Este último, utilizado en el polo negativo, es el de mayor porcentaje en peso entre estos metales. El séptimo componente básico de la batería es el grafito.
Hay dos razones principales. La primera, las reacciones secundarias que suceden en los polos de la batería modifican la estructura y la composición de los materiales originales La segunda, la degradación física de los electrodos, que hace que se pierda conectividad entre los componentes, disminuyendo lentamente la cantidad de material útil en el interior de la batería.
El número de ciclos de vida útil va a depender de la calidad de los componentes de la batería y del rendimiento mínimo que necesitamos para el vehículo. Un gran número de fabricantes considera que el final de la vida útil se alcanza cuando la batería no supera el 80% de su capacidad original.
Esto va a depender de la configuración del pack de baterías. Si se han ensamblado de forma desacoplada, los ‘stack’ con rendimientos defectuosos podrían ser sustituidos.
Las baterías basadas en la tecnología Li-ion, de los móviles o de los vehículos eléctricos, no presentan el efecto memoria tan pronunciado que se observaba con las anteriores tecnologías de pilas, como las de níquel.
Es mejor siempre seguir las instrucciones del fabricante, dado que la batería funcionará de acuerdo a unos protocolos de carga y descarga programados en el sistema de control de la batería. En casi todos los casos, se recomienda no dejar descargar completamente, así como no recargar hasta el 100%. El sistema de control de la batería está preparado para gestionar la carga de la batería en su rango de funcionamiento óptimo.
Source: Coches