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- El examen comienza desde que nos sentamos en el coche, así que es importante no perder de vista ningún aspecto.
- No, (de momento) no será más difícil sacarse el carné de conducir.
Si bien es cierto que para aprobar el examen práctico de conducir lo más importante es demostrar al volante que se conocen (y llevan a cabo) las normas de circulación, desde que nos sentamos en el coche todos los detalles cuentan. Así, hay que conocer aquellos trucos que nos ayudarán a demostrar al examinador (ávido de fallos) que nos desenvolvemos con soltura en el coche. Regular los espejos nada más sentarnos en el vehículo, seguir todas las indicaciones (excepto cuando nos obligan a circular en sentido contrario, por ejemplo) y aparcar en pocas maniobras son algunos de ellos. Sin embargo, los nervios pueden jugarnos más de una mala pasada y llevarnos a cometer los fallos más comunes del examen práctico de conducir.
Tres fallos que hay que evitar durante el práctico
- Antes de arrancar. Lo primero que hay que hacer al sentarse en el coche es acomodar el asiento para llegar bien a los pedales y al volante, regular los espejos para controlar todo lo que pasa a nuestro alrededor y, por supuesto, ponerse el cinturón. No hacerlo será un error tan tonto como imperdonable.
- Intentar corregir una indicación mal seguida. Aunque hay que intentar seguir las indicaciones que desde el asiento trasero nos da el examinador si, por algún casual, desoímos alguna, no pasa nada. Es mejor continuar y pedir perdón que intentar corregir y acabar dando marcha atrás en ciudad o carretera. Eso sí, hay que intentar que no ocurra más de una vez o podrá ponernos una falta.
- Las rotondas. Incorporarse mal a una rotonda es, sin duda alguna, uno de los fallos más típicos. Si uno espera, porque espera demasiado e interrumpe la circulación; si se lanza, porque comete una temeridad… Entonces, ¿cómo se hace? Respetar y dar prioridad, tener claro a qué carril se va y poner el intermitente son las claves para hacerlo bien.
Source: Coches
