El freno de mano es uno de los componentes del vehículo que ofrece, por un lado, una gran seguridad al usuario y, además, permite al conductor estacionar el automóvil sin correr el riesgo de que se desplace ante cualquier tipo de situación inesperada que ocurra en las vías de España.
Curiosamente, el origen de este elemento procede de los antiguos coches de caballos de la época pasada, los cuales disponían de un tipo de mecanismo similar para evitar que los animales se pusieran en movimiento cuando no había absolutamente nadie a las riendas.
Sin embargo, con el paso de los años este mecanismo ha ido evolucionando significativamente, y ya podemos observar hasta frenos de mano eléctricos, que fueron estrenados por la marca BMW en su modelo Serie 7, en el año 2001. Este sistema sustituía a la famosa palanca del freno de mano.
¿Es seguro el freno de mano?
El freno de mano eléctrico, afortunadamente, es un elemento que se acciona de forma rápida y sencilla, además de ofrecer una mayor seguridad en comparación con los tradicionales, que en ocasiones, ante la falta de fuerza o el desgaste del mismo, no se accionan correctamente y podrían poner en peligro a nuestro ‘amigo de cuatro ruedas’, e incluso a las personas que van dentro del mismo.
Por otro lado, hay una duda que perturba a la mayoría conductores de todo el mundo: las posibles consecuencias de accionar el freno de mano mientras el coche está en movimiento. Dependiendo del elemento en cuestión, es decir, si es un freno de palanca o uno eléctrico, reaccionará de distinta forma.
¿Qué ocurre si utilizamos el freno de mano en movimiento?
En el caso de utilizar la palanca del freno de mano, hay una gran probabilidad de perder el control del coche y que actúe sobre los neumáticos traseros, provocando un derrape -o ‘trompo’- del vehículo y, con casi total seguridad, un accidente de tráfico, que, en el peor de los casos, podría afectar incluso a otros automóviles.
No obstante, por otro lado podría ayudarnos en el hipotético caso de que el vehículo se quede ‘sin frenos’ y haya que recurrir a la palanca del freno de mano como última opción. Cabe recordar que, previamente, es recomendable reducir la marcha en lo máximo posible y tirar del elemento de forma suave.
Si nuestro vehículo dispone de freno de emergencia eléctrico (o automático, es decir, de botón), las consecuencias son totalmente distintas. En este caso, el vehículo, tras pulsar el elemento, está programado para detener el coche por completo.
Sin embargo, y tal y como sucedía en la primera opción, es recomendable realizar el movimiento con suavidad para que el sistema detenga el automóvil en una menor distancia posible y evitando, sobre todo, que se produzca con cierta violencia y sin poner en riesgo la integridad de los ocupantes.
Source: Coches
