Como dice la canción del grupo español Estopa, Pastillas de Freno: “pastillas de freno, a toda pastilla, salpicadero, comienza mi pesadilla”, este elemento esencial de tu coche te puede causar un grave problema sino lo llevamos en buenas condiciones.
Por lo que revisar las pastillas de freno de nuestro vehículo cada cierto tiempo debe ser una obligación para que así no suframos riesgos innecesarios. Por ello, hoy te presentamos un consejo muy útil para alargar la vida de estas piezas de tu automóvil y que no tengas que acudir al taller antes de tiempo.
¿Cómo se puede llevar a cabo este truco?
El truco reside en la caja de cambios manual, aunque en algunos automáticos también es posible realizar esta acción. Realizarlo es muy sencillo, solo hay que seguir una de las recomendaciones que te enseñan en las autoescuelas a la hora de llegar a una detención como puede ser una señal de Stop.
En estos casos lo profesores te dicen que debes llegar a ese punto reduciendo las marchas a la vez que bajas la velocidad, por tanto, lo que se utiliza es el llamado freno motor. Gracias a él se evita en muchas circunstancias pisar el freno o realizar un frenado brusco, que obviamente desgastará mucho más tus pastillas y puede dañar los discos, por lo que esta acción pospondrá una futura visita al taller para reemplazar estos elementos.
¿Cada cuánto hay que cambiar las pastillas de freno?
La cifra de kilómetros que pueden tener de duración este elemento esencial del vehículo varía dependiendo de la calidad de la mismas, es decir, según el modelo el tiempo hasta cambiarlas puede ser bastante diferente.
Otro factor a tener en cuenta es la conducción, no es lo mismo que un automóvil circule normalmente por ciudad, donde se precisa de más frenadas, que se dedique a viajes largos por carreteras.
Por último, también infiere el estilo de conducción del dueño, ya que, si realiza frenadas bruscas, favorecerá el reemplazamiento de estas piezas en un menor periodo. En definitiva, la media para el primer cambio de las pastillas de freno se sitúa en torno a los 50.000 kilómetros.
¿Cómo saber el estado de las pastillas de freno?
En primer lugar, con solo observar que la cantidad de polvo en esta pieza va disminuyendo, podremos concluir que es uno de los síntomas de que van llegando al final de su vida útil.
Otra manera de revisar las pastillas de freno es mirar si se ven más delegadas con la ayuda de una linterna, y cuando tengan un groso de menos de 6 milímetros será necesario reemplazarlas. Por último, los vehículos más modernos vienen equipados con una luz de advertencia acerca del desgaste de este elemento.
Source: Coches