La Dirección General de Tráfico, con el fin de velar por nuestra seguridad en las carreteras de España, aplica distintas estrategias para rebajar el porcentaje de accidentes que sufren los usuarios que circulan por las calzadas españolas.
Uno de los mayores peligros que existen en las vías de circulación es el exceso de velocidad. Por ello, el organismo presidido por Pere Navarro intenta detener este problema mediante la instalación de radares en las distintas carreteras españolas.
Durante el año 2022 se registraron un total de 3.704.675 millones de denuncias por exceso de velocidad, lo que significa un incremento del más del 20% con respecto al año anterior, donde se llegó a la cifra de 3.056.437 millones de sanciones, según informó Automovilistas Europeos Asociados. Este impresionante dato coincide con la instalación de los nuevos radares, los cuales fueron impuestos por la DGT con el fin de luchar con este gran problema que puede llegar a ser muy peligroso para la sociedad.
Polémica con la instalación de los nuevos radares
La implantación de más radares en las carreteras de España parece que no ha gustado del todo a las distintas organizaciones que conviven mano a mano con la Dirección General de Tráfico. Mario Arnaldo, presidente de la AEA, ha sido uno de los protagonistas que se ha quejado de la nueva política para hacer frente a los excesos de velocidad: «La DGT debería replantearse su política de velocímetros, ya que no se está consiguiendo el objetivo de evitar los excesos de velocidad, ni los accidentes, solo está convirtiendo los radares en meros instrumentos de recaudación«, añadió la máxima cabeza visible de Automovilistas Europeos Asociados.
Asimismo, Arnaldo reconoció que «el mayor número de denuncias formuladas tiene lugar en autopistas y autovías, y no en las carreteras secundarias», lugar donde se producen el 70% de los accidentes con víctimas mortales.
El radar que más multa en A Coruña
En toda comunidad autónoma existen un sinfín de radares que están colocados para velar por nuestra seguridad y, sobre todo, para sancionar a los infractores que suelen ser un peligro por la carretera. En este caso nos vamos a centrar en los velocímetros de la provincia de A Coruña, Galicia.
El radar que más multa en A Coruña es el doble velocímetro colocado en el kilómetro 3,1 de la avenida de la AC-11, a la altura de Lavedra. Este aparato figura en la lista elaborada por la AEA de los 50 radares que más multan en España, con un total de 15.644 denuncias.
Por otro lado, otro de los radares con mayor índice de participación es el que se encuentra en Alfonso Molina, el cual se ha colocado como el cuarto velocímetro que más sanciona en toda Galicia. Por detrás, se encuentran los situados en la autopista A-55 (muy cercano a Vigo) y el famoso radar de tramo ubicado en el kilómetro 545 de la A-8, a la altura de Mondoñedo.
Como hemos citado líneas atrás, la polémica de la instalación de los nuevos radares también ha llegado al norte del país, pues se han instalado hasta siete nuevos velocímetros: uno está situado en Alfonso Molina y los otros seis restantes están instalados por las distintas zonas de la ciudad.
Cómo conocer la ubicación de los radares
A partir de la implantación de la nueva Ley de Tráfico y Seguridad Vial, muchos conductores desconocen algunas de las novedades que son importantes de cara a una perfecta y segura conducción. Para evitar cualquier tipo de sanción innecesaria o por desconocimiento, algunos usuarios utilizan agentes externos ilegales para conocer la ubicación exacta de los radares colocados en España.
Pues bien, la nueva Ley de Tráfico, que se actualizó en 2022, ha endurecido la sanción para todos aquellos que utilicen detectores o inhibidores de radar (los avisadores sí están permitidos). Asimismo, también se multará a los usuarios que lo lleven dentro del vehículo, aunque no lo empleen.
La multa por transportar este tipo de objetos podría ascender hasta los 6.000 euros y la pérdida de seis puntos de carné de conducir. De igual forma, todo aquel taller que instale este tipo de detectores acarrearía una sanción que llegaría hasta los 30.000 euros.
Source: Coches
