Aunque ya no quedan tantas autopistas en España en comparación con años anteriores, tras la paulatina liberación de algunos tramos importantes como la AP-2 y la AP 7 y ante la posibilidad de que la red de autovías del Estado acabe siendo toda ella de pago por uso, las que quedan van a subir sus precios el año que viene y la subida no va a ser discreta.
En algunas autopistas, como la gallega AP-9, el encarecimiento de los peajes va a llegar a un 9% en caso de que el Ministerio de Transportes acepte la propuesta de la concesionaria Audasa. Además de encarecer los peajes por la inevitable subida del IPC, esta empresa quiere añadir a este porcentaje un 1% adicional en concepto de compensación por volumen de tráfico y algunas obras de mejora, como la circunvalación de Santiago de Compostela. A la espera de que el MITECO dé el visto bueno a esta propuesta, tal y como han explicado varios medios locales, la AP-9 sería la primera de las autopistas en encarecer sus precios.
De Galicia a Cataluña
En la zona norte de España también hay otros tramos que encarecerán, previsiblemente, sus precios. El tramo de la AP-66 que une Campomanes y la Magdalena y la AP-6, entre Castilla León y Madrid, ajustarán el coste de sus peajes ante la subida del IPC, algo habitual en este tipo de vías.
Así, la AP-68, de Zaragoza a Bilbao y una de las más caras, también subirá de precio, aunque no se sabe cuánto ni se ha concretado porcentaje alguno al respecto. En Cataluña, tal y como apunta el Nacional.cat, solo quedan cuatro tramos con peajes (el Túnel del Cadí, los Túneles de Vallvidrera, los Túneles del Garraf y la autopista de Montserrat) y, No hay sugerencias, también se ajusten al IPC.
Las autovías de Guipúzcoa, las primeras autovías del Estado en pasar a ser de pago, también subirán sus precios, pero por debajo del IPC, como ha señalado de Bidegui. La subida se hará efectiva en enero de 2023 y se espera que ronde entre el 2,25% y el 3,5%.
Source: Coches