Vie. Nov 15th, 2024

Durante décadas, en España y resto del mundo hubo cierta popularidad por adquirir un gran número de coches diésel. Este tipo de vehículos llegó incluso a superar el 60% de cuota de mercado, unos datos muy distintos a los actuales, donde los usuarios prefieren adquirir automóviles de gasolina o híbridos.

Sin embargo, en la actualidad existen motores diesel que han mejorado considerablemente y que se ajustan a la perfección a las nuevas leyes de circulación impuestas para mejorar la atmósfera y el medioambiente del planeta tierra.

¿Cuál es la principal causa de rotura?

Tal y como hemos indicado líneas atrás, la preocupación de las empresas por las emisiones de gases a la atmósfera llevó a los fabricantes a crear diferentes catalizadores y procedimientos químicos que eliminaran las partículas más contaminadas antes de expulsarlas al exterior.

Una de las elementos más utilizados fue el AdBlue, que marcó un antes y un después en la tecnología de los coches diésel. Este elemento contiene un producto químico (AUS32) que pasó a formar parte del día a día de cada uno de los usuarios que compraron un automóvil de estas características.

¿Dónde se encuentra el AdBlue?

Dicho producto se almacena en un pequeño depósito justo al lado de la boca de combustible del coche y permite recorrer miles de kilómetros sin tener que estar pendiente del mismo. Además, es un elemento muy económico: su precio oscila entre los 60 céntimos de euro por litro y consume entre un 3% y 5% en comparación con el carburante.

Asimismo, con el paso de los años y la evolución del mismo, hemos podido observar que es un producto seguro de manipular, no es tóxico y, además, es un elemento incoloro, pero que tiene algunos inconvenientes: el mal olor es uno de los problemas más significativos, por lo que es recomendable no mancharse las manos o ensuciar el vehículo en el momento del repostaje.

¿Cuál es su principal avería?

El AdBlue, tal y como hemos comentado párrafos atrás, tiene varios inconvenientes que pueden ser perjudiciales para nuestro vehículo. Uno de ellos es que cristaliza más de lo normal, por lo que provoca problemas de mecánica graves. Además, también afectarían a la carrocería del vehículo si el producto se vierte sobre ella.

Por otro lado, si usamos poco el automóvil en cuestión podría cristalizar el propio depósito del vehículo, los conductos o los filtros por los que pasa el sistema de canalización, una avería costosa y compleja. Asimismo, cuando el elemento termina por agotarse el motor se parará de forma automática para evitar que circulemos con grandes emisiones de productos contaminantes.

¿Qué otras averías existen en motores diésel?

  1. La válvula EGR es otro elemento que más sufre en los motores diésel. Se trata de un elemento que recircula los gases de escape y vuelve a introducirlos en el cilindro para quemar las partículas que previamente no han sido quemadas.
  2. El filtro antipartículas se encarga de atrapar las partículas cancerígenas que emiten estos motores y quemarlas para que no lleguen a ser expulsadas a la atmósfera.
  3. Diferentes problemas con los inyectores por la mala calidad del producto.
  4. Por último, el turbo es otro de los elementos que más averías sufre debido al desgaste prematuro del sistema.


Source: Coches

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por admin