La contaminación acústica es un gran problema al que se enfrentan las grandes ciudades. El tráfico y el bullicio pueden elevar los decibelios hasta convertir los sonidos urbanos en una fuente de estrés que empeore el estado de salud de los ciudadanos. Y aquí entran en juego las bocinas de los vehículos.
El uso del claxon es necesario para mantener la seguridad de vial y es, de alguna manera, una manera de comunicarnos con el resto de conductores con los que compartimos carretera. Pero su abuso provoca demasiado ruido, es molesto y, además, incluso perjudicial para el correcto funcionamiento del tráfico.
Si eres de aquellos que toca alegremente la bocina cuando ve a alguien conocido por la acera y quiere saludar, cuando tiene prisa y hay atascos o ha ganado tu equipo de fútbol, que sepas que puedes recibir una multa de hasta 200 euros. ¿Por qué?
Estos son los motivos que pueden sustentar este tipo de sanciones, especialmente si se circula por una calle con una señal R-310 o, lo que es lo mismo, una vía con prohibición de advertencias acústicas. El coste de la multa normalmente es de 80 euros pero puede alcanzar los 200 en los dos últimos casos:
Entonces, ¿cuándo se puede utilizar el claxon? Todos los vehículos tienen que estar equipados con un sistema de señales acústicas (claxon o bocina en los coches y motocicletas convencionales) y se usan, sobre todo, para para evitar o prevenir accidentes. Estos son los tres supuestos en los que está permitido su uso:
Source: Coches