Desde que se presentara el Plan de Impulso al Automóvil y comenzaran a utilizarse las siglas WLTP como la nueva homologación para medir el consumo y las emisiones de los nuevos vehículos también se ha comenzado a hablar de una reforma de la fiscalidad referida a los automóviles. Pero, ¿en qué consiste este cambio que se prevé aplicar a partir del 1 de enero de 2021?
Pues tal y como se señala desde Faconauto, esta reforma de la fiscalidad trata de adecuarse a la realidad social, al desarrollo tecnológico del sector de la automoción y a las nuevas dinámicas del mercado, no como la actual.
En resumen, la nueva reforma de la fiscalidad buscaría adaptar el coste de los impuestos de circulación y de matriculación de los vehículos al nuevo ciclo de homologación técnica WLTP que, si bien es un marcador técnico, va a afectar al precio que pagan los contribuyentes de impuestos.
¿Cómo? El coste de estos impuestos se calcula por tramos según los gramos de CO2 que emite el vehículo al kilómetro. Al usar el ciclo de homologación WLTP (que muestra cuáles son las emisiones reales de los vehículos), las mediciones pueden demostrar una mayor cantidad de emisiones y esto puede llegar a elevar el precio de los impuestos hasta en un 50% de los vehículos del parque automovilístico.
Por el momento, el Gobierno habló de adaptar, a través de la mencionada reforma de la fiscalidad, los impuestos a las nuevas mediciones, pero tanto los fabricantes como los concesionarios reclaman concreción. Pese a que este cambio está recogido en el Plan Impulso, de momento no hay una fecha oficial para su aplicación, por lo que a partir del 1 de enero del año que viene es posible que el coste del impuesto de matriculación y de circulación se encarezca si la reforma no llega antes.
Source: Coches