El competido segmento de los SUV (Sport Utility Vehicle) se empieza a desdoblar en versiones Cabrio como la del T-Roc, que presenta una imponente imagen, una buena elección de motores y un equipamiento a la altura.
Aunque ya existían todoterrenos “puros” con carrocería descapotable, Range Rover fue el primero en plantearlo como SUV y apostó fuerte con el Evoque Convertible. Otras marcas, como Hyundai, han experimentado el concepto con el Santa Fe, pero fuera de Europa.
Volkswagen ya estaba trabajando el concepto, y como suele ser preceptivo lo testó en los Salones Internacionales del Automóvil más prestigiosos. Y aquí está la respuesta: el Volkswagen T-Roc Cabrio.
Transformar una versión cerrada en una abierta no es fácil, y si hablamos de un coche tipo SUV, todavía más. A tenor de las imágenes, Volkswagen lo ha logrado con éxito, manteniendo las proporciones y dejando un coche de dos plazas delanteras y dos traseras con 4,27 metros de longitud, 1,81 de ancho y 1,52 de alto con la capota cerrada. El maletero, casi siempre el gran perjudicado de este tipo de formatos, tiene 280 litros de capacidad.
Con la experiencia de las versiones abiertas del Golf y del Escarabajo, la capota se activa mediante un motor electrohidráulico que tarda 9 y 11 segundos, respectivamente, en abrir y cerrar, proceso que se puede incluso hacer en movimiento si no se superan los 30 km/h.
Por supuesto, la ausencia del techo ha obligado a los ingenieros a reforzar la carrocería en algunos puntos, y además, en caso de vuelco, detrás de los apoyacabezas salen automáticamente, en fracción de segundos, dos sólidos arcos de protección.
Volkswagen se ha decidido, al menos de momento, por dos motores de gasolina turboalimentados y de inyección directa para impulsar a este T-Roc, dos que ya estaban en la gama de la versión cerrada: el 1.0 TSI de tres cilindros y 115 CV y el 1.5 TSI de cuatro cilindros y 150 CV, ambos asociados a un cambio manual de 6 marchas, aunque el más potente también puede montar la transmisión DSG de 7 velocidades.
La gama se estructura en torno a dos líneas de equipamiento, Style y una más deportiva R-Line, en este último caso con paragolpes específico, suspensiones más duras y asientos en tela y cuero sintético. Las llantas son de 17 pulgadas en el acabado Style, mientras que las del R-Line son de 18, pudiendo elegrir, opcionalmente, unas de 19″. Ambas líneas de equipamiento incluyen de serie ayudas a la conducción como el “Front Assist” con función de frenada de emergencia en ciudad, asistente de frenado para mitigar las consecuencias de una colisión múltiple y el sistema de alerta de desvío de carril “Lane Assist”.
En materia tecnológica y de conectividad, de serie contempla el cuadro de instrumentos digital, el sistema de infoentretenimiento avanzado “Discover Media” con tarjeta eSIM integrada y servicios online a través del paquete We Connect desarrollado por Volkswagen.
Source: Coches