Lun. Dic 23rd, 2024

Evitar averías en el coche pasa, muchas veces, por llevar su mantenimiento y cuidado preventivo al día. Además de que esta costumbre nos puede ayudar a ahorrar miles de euros, también mejorará el rendimiento del coche y su vida útil. Sobre todo, en situaciones más extremas, como el invierno.

Uno de los aspectos a los que hay que prestar atención durante este periodo es a los líquidos, especialmente, el refrigerante y anticongelante. Si la función del primero es absorber el exceso de calor que se produce cuando el motor funciona, el anticongelante es un compuesto que se añade a este líquido para que no se congele y pueda seguir trabajando a temperaturas bajas.

Y es que el refrigerante está compuesto, en su mayor parte, por agua destilada, lo que provocaría su solidificación ante el frío. El anticongelante contrarresta esta consecuencia para que el refrigerante pueda seguir cumpliendo con su cometido hasta en invierno. Al mismo tiempo, el anticongelante evita la corrosión del motor.

Las características de un buen líquido refrigerante

Para poder elegir un buen líquido refrigerante, hay que fijarse en sus características. La primera es que tenga una baja temperatura de congelación, para evitar roturas en el circuito de refrigeración si este llega a congelarse a expandirse. El punto de congelación está en el envase. En el otro extremo, deberá tener una temperatura de ebullición elevada, mucho más alta que la del motor cuando se pone en funcionamiento.

También será conveniente que tenga propiedades anticorrosivas y anti incrustantes. En la etiqueta se encuentra el pH, que indica la capacidad de corrosión del líquido sobre los metales, así como la cantidad de inhibidores alcalinos y la cantidad máxima de residuos.

Así mismo, será conveniente que tenga una viscosidad muy baja, para que pueda fluir con facilidad, y que no produzca cavitación, de manera que se forme la menor cantidad de espumas ya que estas pueden llegar a taponar el circuito. En la etiqueta encontrarás el tiempo que tarda en desaparecer la espuma, que debe ser inferior a los 5 segundos.

Cuánto cuesta cambiar el líquido anticongelante

Sustituir estos líquidos cuesta entre 40 y 60 euros si hay que acudir al mecánico, aunque con un poco de paciencia y los mínimos conocimientos lo podremos cambiar nosotros en nuestro garaje.

Si lo hacemos nosotros, el precio por envase de líquido anticongelante o refrigerante no cuesta más de 9 o 10 euros, dependiendo del tipo que escojamos para nuestro vehículo. Un buen gesto es llevar siempre un bote en el maletero, por si hay laguna fuga o nuestro motor demanda este líquido indispensable para su buen funcionamiento.


Source: Coches

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por admin