Pese a lo atípico del verano de este año, en el que se preveía un descenso en el número de desplazamientos por carretera y una bajada del volumen de vehículos en las calzadas españolas, la siniestralidad sigue manteniéndose lejos de cumplir el objetivo cero de la DGT.
Tras haber terminado la Operación Especial puesta en marcha con motivo del primer fin de semana de agosto, la Dirección General de Tráfico ya ha informado del balance provisional con los datos de accidentes: en total, se han registrado 7 incidentes mortales en las carreteras españolas.
Las vías que más siniestros acumulan (un total de seis), son las carreteras convencionales. Muchas veces los conductores no adaptan su conducción a las características especiales de estas vías (como los adelantamientos o la velocidad), por eso acaban siendo más peligrosas.
Por otro lado, de estas 7 víctimas mortales, dos de ellas eran motoristas y una, ciclista. Es habitual que estos dos colectivos están sobrerrepresentados en las estadísticas de accidentes debido a su alta vulnerabilidad en carretera, en comparación con los conductores de vehículos con carrocería completa.
En lo que se refiere al total acumulado del año, las víctimas mortales en carretera ya han alcanzado las 458. Esta cifra ya representa casi la mitad de fallecidos de años anteriores, pese a que durante los últimos ejercicios la tendencia ya era a la baja en cuanto a decesos en carretera.
Aunque se vaticinaba que este año, por las restricciones a la movilidad y las recomendaciones para no viajar, iba a registrar unos datos esperanzadores respecto a los accidentes de tráfico, el pasado mes de julio se llegaron a las 112 víctimas, lo que representa un descenso de solo cinco en comparación con el mismo mes de 2019.
Las principales causas de accidente de tráfico están relacionadas con el conductor: excesos de velocidad, abuso de alcohol y drogas al volante, distracciones... Por eso es tarea de todos aumentar la seguridad vial en carretera.
Source: Coches
