No se trata de una nueva generación, pero la marca alemana ha introducido una importante batería de mejoras para que tanto la variante berlina como la familiar Shooting Brake sigan teniendo una gran demanda, al igual que ocurre con su hermano de serie compacto, el Clase A.
Como ya es norma en las últimas actualizaciones, las mecánicas de gasolina (de 136 a 224 CV de potencia) reciben hibridaciones ligeras de 48 voltios, fundamentales para tener la etiqueta Eco de la DGT, mientras que las diésel (de 116 a 190 CV) no sufren cambios y la versión híbrida enchufable (de etiqueta Cero) tiene una mayor autonomía en modo completamente eléctrico, pasando de 72 a 82 kilómetros.
En el apartado estético se añaden nuevas ópticas LED y paragolpes (tanto el delantero como el posterior) que refrescan un diseño que es aprobado por la mayoría de los que acceden a un coche de estas características, por cierto uno de los más económicos de la gama de la firma de la estrella.
Cambios por fuera y por dentro
De puertas hacia adentro, la receta es la misma que en el exterior, con distintas modificaciones si nos fijamos en el volante (revestido en cuero Napa en origen), los asientos (fabricados con materiales reciclados), el equipo de sonido o la rediseñada consola central. Por su parte, el sistema de infoentretenimiento, con una pantalla de hasta 10,25 pulgadas y la última generación del software MBUX, mejora algunas de sus funciones y puede combinarse con Android Auto y Apple CarPlay.
Los nuevos modelos también mejoran los asistentes de seguridad. Por ejemplo, el del mantenimiento de carril se gestiona de forma mucho más cómoda mediante el control activo de la dirección, mientras que las maniobras de aparcamiento longitudinal minimizan cualquier riesgo de impacto o rozadura con la visualización de 360 grados con imágenes en 3D.
Source: Coches