En el segmento de los todo terreno, el Clase G es una especie de mito, de un 4×4 único que arrastra una caravana de innumerables éxitos desde que vio la luz en 1979. La marca alemana camina ahora con paso firme de cara a conseguir que en pocos años todos sus modelos estén electrificados y el Clase G no iba a ser una excepción.
El prototipo EQG, que se está viendo estos días con ocasión del Salón del Automóvil de Munich, nos puede dar ya una idea a la versión de serie eléctrica integral.
Desde el punto de vista estético, este coche de concepto asume las formas llamativas e inconfundibles de la Clase G y las conjuga en un sugestivo contraste con una selección de elementos de diseño típicos de los modelos con propulsión exclusivamente eléctrica de la marca. Entre ellos cabe mencionar las características manillas de las puertas, el ruido de cierre inconfundible, el robusto listón protector exterior, la disposición de la rueda de repuesto en la puerta posterior o los llamativos intermitentes en el frontal.
El hecho de que sea eléctrico no va a mermar para nada sus incomparables aptitudes 4×4. Su carrocería se apoya sobre el robusto bastidor de travesaños, como es tradicional en esta gama con suspensión independiente en las ruedas del eje delantero y un eje rígido detrás, desarrollado específicamente para incorporar la propulsión eléctrica.
Cada una de las ruedas acogerá un motor eléctrico como clave de las singulares propiedades de conducción del EQG tanto en carretera como fuera del asfalto, todo ello combinado con una transmisión automática y varios modos de conducción, incluido el extremo «Low Range», para cumplir con las elevadas expectativas a la hora de transitar por terrenos escabrosos.
En lugar de la parrilla utilizada en las versiones térmicas, la variante con propulsión eléctrica integral incorpora una calandra del radiador con una superficie lisa en negro. Sobre este elemento, denominado Black Panel, asume un especial protagonismo la estrella iluminada de efecto tridimensional.
En torno a la estrella se aprecia un patrón animado de cuadrados con esquinas curvas (Squircle Pattern) de color azul, la conocida tonalidad de los modelos eléctricos, que establece un vínculo estético con los vehículos de Mercedes-EQ. Una banda luminosa acentúa el contorno del Black Panel y completa el diseño gráfico de la luz de circulación diurna de los faros junto con los círculos brillantes de color blanco en las carcasas de los retrovisores exteriores.
El “concept” EQG pertenece claramente a la tradición del «G» y no solo por su diseño, sino también por sus destacadas cualidades dinámicas cuando dejamos el asfalto y pasamos a los caminos más extremos.
Source: Coches
