En España, la normativa actual nos indica que los turismos deberán llevar espejos retrovisores durante la conducción. En condiciones normales, los usuarios poseen en su vehículo hasta un total de tres elementos como estos, siendo obligatorios, en el caso de los turismos, tan solo el central y el retrovisor izquierdo, y dejando atrás el derecho si el usuario lo ve conveniente.
Sin embargo, en el caso de los vehículos con remolque, autobuses, caravanas o autocaravanas, estos sí están obligados a llevar tanto el retrovisor derecho como el izquierdo, debido a su poca o nula visibilidad desde el interior del vehículo.
¿Por qué son importantes los retrovisores?
En el momento que nos ponemos al volante es fundamental asegurarnos que los espejos retrovisores estén completamente bien colocados. La DGT, en más de una ocasión, ha hecho hincapié en la importancia de ajustarlos de forma de que los retrovisores exteriores y el interior hagan su función correctamente y de forma conjunta para evitar posibles sustos y eliminar al máximo los ángulos muertos.
El objetivo primordial es conseguir, en todo momento, tener visible al automóvil que circular detrás de nuestro vehículo, es decir, si intenta un adelantamiento y lo dejamos de observar por el retrovisor central, inmediatamente debemos de verlo por el retrovisor izquierdo, eso quiere decir que los elementos están bien colocados y haciendo su función correctamente.
¿Cómo debemos colocar los retrovisores?
Para colocar bien los retrovisores y evitar cualquier tipo de susto inesperado al volante, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, en su perfil oficial de ‘X‘ (antes Twitter), nos indica algunos pasos para refrescarnos la memoria y aprender la forma de cómo se colocan estos elementos correctamente.
En primer lugar, debemos ajustar el retrovisor interior para que nos proporcione una completa visión de la parte y la luna trasera de nuestro vehículo. El siguiente paso será colocar los retrovisores exteriores: por un lado, el izquierdo hay que colocarlo de manera que no observemos desde el interior del habitáculo la carrocería del coche, mientras que el derecho lo ajustaremos de la misma forma que el izquierdo para observar el tráfico.
¿En qué casos podríamos reajustarlos?
Pues bien, existe un único caso donde podremos reajustar los retrovisores sin tener que correr el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. El momento de estacionar nuestro vehículo es el único caso donde podremos cambiar de posición dichos elementos para comprobar que la carrocería no toca ningún sujeto ajeno al coche.
El consejo de RACE
RACE nos explica la importancia de saber colocar correctamente los espejos retrovisores. Esto evitará que aumente la posibilidad de accidente por esta misma circunstancia: «El campo de visión que aportan los espejos retrovisores queda delimitado por la línea recta que sale de tus ojos, se refleja en cada uno de los bordes del espejo y se extiende hacia atrás. Todo lo que queda fuera de esta zona se vuelve invisible para el conductor. Se trata de un área no visible que es mayor cuanto más grande sea el vehículo y cuanto peor estén ajustados los espejos».
Source: Coches
