Son muchas ya las ediciones que la caravana de la marca coreana se traslada a Marruecos y, una vez más, la visita a las remotas poblaciones del desierto ha sido todo un éxito.
Para ello, se ponía en marcha una generosa expedición, con 38 coches en esta ocasión, que ha realizado más de 2.000 kilómetros para contribuir a ese objetivo.
De nuevo, una de las labores más importantes que ha dejado El Desierto de los Niños ha sido el trabajo que ha llevado a cabo la Fundación Alain Afflelou. Este año han sido seis los ópticos voluntarios de esta empresa que han acompañado a esta expedición realizando 798 revisiones entre la población local que recibirán en breve 533 gafas graduadas.
Hay que destacar igualmente la gran labor del camión de Bujarkay que entregó, entre otras cosas, el material escolar de un año para niños de guarderías, sillas de ruedas, muletas, mantas, sacos de comida, balones, porterías o columpios.
La lluvia como protagonista
En esta ocasión, algunas de las etapas programadas se desarrollaron por paisajes poco habituales, con lagos incluidos en el desierto, consecuencia de las fuertes lluvias caídas en la zona el año pasado y que hizo que el agua se convirtiera en protagonista.
Bajo estas inesperadas y exigentes condiciones, los Santa Fe, Kona, Ioniq 5 y Tucson utilizados no se amilanaron para superar incluso zonas llenas de barro.
Leopoldo Satrustegui, presidente y CEO de la marca ha declarado que “para Hyundai es un orgullo llevar más de 20 años con el proyecto solidario de El desierto de los Niños, donde apoyamos principalmente aspectos relacionados con la educación y el deporte que son la base fundamental para el progreso de la sociedad. Desde nuestra empresa sentimos cada año que podemos ayudar más y en cada edición nos superamos con la puesta en marcha de escuelas, pozos, bibliotecas…”.
Source: Coches
