Las ventas en el mercado español están cayendo en picado y los vehículos se acumulan en los concesionarios como no se había visto nunca antes. A esto hay que sumar el cierre masivo de las fábricas para dibujar un dramático escenario en un sector que ya estaba bastante tocado.
Por otro lado, una gran parte de los centros de venta y de los talleres están cerrados y los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) se suceden diariamente. La actividad global se ha reducido más de un 70% y solo se aseguran los servicios mínimos para cubrir las emergencias.
Las ventas de turismos y todoterrenos en nuestro territorio, por su parte, están igualmente bajo mínimos. Desde que se aprobó el estado de alarma, la patronal de los concesionarios Faconauto estima unas caídas del 80% en comparación con días normales.
No es ninguna novedad, si tenemos en cuenta los datos del mercado chino que, según informa Europa Press, y a través de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, anotaron en febrero un descenso del 79,1% en comparación con el mismo mes de 2019 como consecuencia del coronavirus.
Tampoco hay que olvidar que esta pandemia va a provocar efectos muy negativos de cara a salvaguardar el empleo y el tejido productivo en un sector que ahora mismo trabaja duramente para mitigar las duras consecuencias de la situación.
Source: Coches