Con la puesta en marcha del suministro de combustible diésel cien por cien renovable en las estaciones de servicio de Mercamadrid (Madrid), Esparraguera (Barcelona) y Alochete (Lisboa, en Portugal), Repsol se apunta el tanto de ser la primera compañía española en ofrecer este producto sostenible a sus clientes en la Península Ibérica.
Los combustibles renovables se producen a partir de residuos orgánicos tales como aceites vegetales usados, grasas animales y residuos agrícolas y forestales que no se destinan a la alimentación, y además se obtienen a partir de CO2 capturado e hidrógeno renovable, de modo que son de cero emisiones netas.
La principal ventaja de su uso es que pueden utilizarse en los vehículos actuales sin necesidad de realizar modificaciones en los motores, y lo mejor es que se aprovechan las infraestructuras de distribución y repostaje ya existentes a través de la amplísima red de gasolineras Repsol.
De momento, su uso está dirigido exclusivamente a clientes profesionales que cuentan con acuerdos con la petrolera, con los que pacta el precio, pero está previsto que no tarde mucho en extenderse al resto de consumidores. De hecho, a finales de este 2023 un total de 50 estaciones de servicio expenderán biocombustible avanzado de cero emisiones netas en las principales ciudades y corredores de transporte de la Península Ibérica.
También este mismo año Repsol pondrá en marcha en Cartagena (Murcia) la primera fábrica dedicada exclusivamente a la producción de biocombustibles avanzados, y en 2025 la multinacional tendrá una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas de combustibles renovables. Todo ello, junto a la planta demostrativa de combustibles sintéticos que tendrá operativa en Bilbao de aquí a dos años, forma parte de la estrategia de Repsol de acelerar la descarbonización en el transporte y alcanzar el objetivo de convertirse en una compañía cero emisiones netas en 2050.
Source: Coches
