Hace poco que estrenamos la letra M en las combinaciones posibles para crear las matrículas que identifican a los diferentes vehículos que circulan por las calles y carreteras. El número de matrícula, que debe lucirse en una placa limpia y legible (a riesgo de sanción), es la identificación del vehículo respecto a su propietario. Al contrario que el número de bastidor, que sería como el DNI del automóvil, la matrícula va asociada directamente al dueño del vehículo.
Estas combinaciones, homogéneas en toda la Unión Europea desde hace años, tienen fecha de caducidad. Las vocales y algunas consonantes como la Q y la Ñ no se utilizan, lo que reduce aún más las combinaciones posibles, que son finitas. ¿En qué año se nos acabarán los números de matrícula disponibles? Según los cálculos, previsiblemente será en el año 2053 cuando haya que empezar a utilizar un sistema de identificación distinto.
Matrículas con códigos QR
Las opciones que hay para sustituir las matrículas una vez que se agoten las combinaciones numéricas todavía se están explorando. Una de ellas es utilizar códigos QR, un sistema de identificación electrónica más que extendido entre la población. Cada vehículo dispondría, entonces, de su propio código único (se acabaron los problemas de buscar combinaciones de sistemas finitos) que luciría, previsiblemente, donde ahora lo hace el número de matrícula.
La ventaja de este sistema es que se podría obtener mucha más información leyendo este código que la que recoge la matrícula y de manera más inmediata, ya que con pasar el lector aparecían todos los datos. La desventaja va en esta línea: sería necesario disponer de la tecnología necesaria para leer los QR a distancia y en movimiento. No obstante, hasta el 2053 los dispositivos tienen amplio margen de mejora y desarrollo.
Matrículas electrónicas
El mundo electrónico de las matrículas ya es una realidad en ciertas zonas, como California, paraíso de las start ups tecnológicas. En este estado de EE.UU. ya se ha aprobado la ley que permite a los vehículos circular con matrícula electrónica, es decir, con una pantalla ultrarresistente que muestra el código elegido (cabe recordar que en Estados Unidos es posible, previo pago, lucir la matrícula que se desee) pero que también puede proyectar otras informaciones.
Por el momento, las opciones para sustituir a las matrículas están en el aire, aunque lo más seguro es que sigan respetando las normas vigentes, como evitar la creación de palabras malsonantes o de caracteres que puedan infundir a error y el uso de distintivos geográficos o por provincias.
Source: Coches