La Navidad es sinónimo de celebración y brindis por todo lo vivido durante el año, pero también de controles de alcoholemia para evitar que ningún conductor coja el coche ebrio tras la fiesta. Por eso, el Ayuntamiento de Madrid, que reforzará su dispositivo en las calles con 450 policías diarios y al menos 850 efectivos los días con más afluencia, también «incrementará su presencia en las carreteras durante esta campaña, especialmente los fines de semana y vísperas de festivos», explican a 20minutos desde el Área de Seguridad y Emergencias. De momento, la conducta de los madrileños al volante durante 2023 ha sido responsable con la bebida: de los 110.619 controles de alcohol realizados al cierre de noviembre, poco más de 3.000 dieron positivo, un 2,7%.
Durante este curso, los agentes de seguridad vial han impuesto 5.700 denuncias de tráfico. En todos los casos el multado superó los 0,25 miligramos por litro en aire respirados permitidos, si bien también fue sancionado en ocasiones por negarse a hacerse la prueba, ser menor de edad o tener antecedentes. El perfil del infractor no es fácil de definir, aunque fuentes municipales especializadas reconocen a este medio que «los hombres de mediana edad» dan más veces positivo que los jóvenes. La explicación es que las nuevas generaciones están «más concienciadas» y suelen «coger el transporte público» al abandonar la juerga. «Los más mayores a veces se confían con que solo han bebido una y…».
Los jóvenes están más concienciados y si beben, cogen antes el transporte público»
Ya desde 2022, último año con datos completos, aumentó el control de seguridad vial para reducir la siniestralidad en las calles de la ciudad, explican desde el Área que lidera la vicealcaldesa de la capital, Inma Sanz. Concretamente, se realizaron un 14 % de pruebas de alcoholemia.
«Durante todo el año también hay una programación anual de estos controles por parte de la Policía Municipal, tanto de las Comisarías Integrales de Distrito (CID) como de la Comisaría de Policía Judicial de Tráfico, intensificándose en las fechas y horas más señaladas, como los fines de semana y los días con más afluencia y tránsitos previstos en los que se presume que se pueden dar más abusos de conducción bajo los efectos del alcohol y las drogas como las cenas de Navidad», apuntan.
En 2022, año más reciente del que se conoce información oficial sobre el resto de ciudades España, se impusieron 43.150 sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol, lo que supuso la pérdida de 6 u 8 puntos. Barcelona fue la ciudad que más infracciones de este tipo impuso, con 4.589, según los datos publicados la semana pasada por la Dirección General de Tráfico (DGT). Ese año, Madrid tuvo 3.057 y Valencia quedó en tercer lugar, con 1.400.
Madrid es la ciudad que más puntos quita
En total, durante 2022 en las ciudades españolas se impusieron sanciones a 431.620 conductores, resultando en la pérdida de 1,6 millones de puntos. Madrid, capital de España, encabezó este ranking al retirar 412.000 puntos. O lo que es lo mismo: el 25% del total nacional.
La Villa y Corte lideró también la lista de multas, con un total de 107.500, una cifra muy superior a la de Barcelona, que registró 20.153. En comparación, también se retiraron 5,4 veces más puntos que en la Ciudad Condal, con 75.481 perdidos.
Madrid fue, por último, la que más castigos puso por velocidad en 2022, seguida por Vigo y Valencia, así como la que más recetas acumuló por saltarse semáforos en rojos. De hecho, de las 107.508 sanciones con retirada de puntos impuestas por el Consistorio madrileño en 2022, el 75% de las multas, 81.199 lo fueron por rebasar el semáforo en fase roja.
Este volumen de infracciones, como las anteriores, podría achacarse a que la capital española concentra un número muy superior de desplazamiento al del resto de ciudades de la Península, además de que presenta un dispositivo de seguridad (radares, semáforos con foto rojo, agentes de movilidad, etc) mucho más desarrollado.
Source: Coches
