Si nuestro objetivo es ahorrar al máximo este año y tenemos un vehículo particular, deberíamos vigilar una serie de descuidos, gestos y costumbres al volante que disparan el consumo de combustible del motor y que, por lo tanto, perjudican nuestro bolsillo.
Norauto, una de las mayores redes de talleres de España y cadena de mantenimiento integral del vehículo, destaca diez factores que contribuyen a que nuestro coche gaste mucho más. Prestarles atención y corregirlos nos permitirá comenzar a ahorrar, empezando por recortar el gasto de nuestro vehículo.
- Acumulación de carbonilla en el motor. Si el vehículo consume más de lo usual, tiene menos potencia o emite humo demasiado negro, puede ser que haya acumulado carbonilla y suciedad, por lo que será el momento de limpiarlo. Esto puede suponer un ahorro de hasta el 10% en el consumo y hasta un 20% en las emisiones contaminantes.
- Neumáticos con la presión incorrecta. Si los neumáticos tienen una presión baja, se produce una mayor fricción y aumenta el consumo de combustible. Se estima que el 20% del gasto de combustible está provocado por la resistencia a la rodadura de los neumáticos.
- Neumáticos inadecuados. Por supuesto, el tipo de neumático que lleva el vehículo también es un factor importante. A través del etiquetado se puede encontrar la información relativa a la eficiencia del combustible, entre otras características.
- Falta de mantenimiento del vehículo. Efectivamente, puede haber algún elemento mecánico que esté provocando que el coche consuma más, por eso es importante llevar el mantenimiento al día y cuidar del vehículo.
- Circular con peso excesivo. Cuando un coche está muy cargado, el consumo aumenta inevitablemente. Revisar y vaciar el maletero nos ayudará a ahorrar.
- Llevar siempre el maletero de techo o el remolque instalado. Además de por lo apuntado en el punto anterior, cualquier objeto colocado en el techo del vehículo rompe la aerodinámica y crea una mayor resistencia al avance del coche, que debe consumir más combustible para rodar. Lo recomendable es llevar estas soluciones de transporte solo cuando sea necesario.
- Acelerones, frenazos… Llevar una velocidad constante es favorable y, por el contrario, las frenadas y acelerones repetitivos hacen que el coche tenga que ir recuperando velocidad, consumiendo más y más carburante.
- Poner el aire acondicionado o circular con las ventanillas bajadas. Ambas acciones pueden contribuir a un mayor consumo. En el caso de las ventanillas, empeora conforme aumenta la velocidad, por lo que hay que saber en qué momento usar cada sistema.
- Velocidad. A mayor velocidad, el motor más trabaja y, por lo tanto, más aumenta el consumo.
- El tipo de combustible. Todos los combustibles que se venden en el mercado cumplen unos requisitos mínimos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que hay aditivos que pueden hacer que el coche contamine menos y, además, cuidan más el motor.
Source: Coches