El mar Mediterráneo alberga más de 17.000 especies marinas y un gran número de ecosistemas diversos que conforman una biodiversidad de gran importancia socioeconómica para nuestro país, además de para el medioambiente y la flora y fauna marina. Sin embargo, los efectos del cambio climático han empezado a notarse de manera mucho más agresiva en los últimos años en ciertas zonas de la costa española.
La temperatura del mar ha ido aumentando, destruyendo las condiciones de vida de numerosas especies, y el PH del agua se ha ido acidificando, lo que hace que imposible que esta flora y fauna continúe viviendo en nuestro Mediterráneo.
Ahora, con un ambicioso proyecto desarrollado por el Port de Torredembarra y la organización Natural Art Reef, junto con el apoyo del grupo BMW y diversas instituciones públicas catalanas, las tornas van a cambiar en la zona de Torredembarra gracias a la creación de una gran montaña natural sumergida.
La función de esta estructura natural es filtrar el agua para devolverle y mantener su PH adecuado y servir de alojamiento a las especies marinas, desde bacterias hasta peces, pasando por invertebrados y crustáceos, para que vuelvan a repoblar esta zona, también afectada por la sobreexplotación pesquera.
La instalación del último biotopo de protección
Alrededor de esta montaña marina, van a colocarse diez biotopos más pequeños (el principal, para que nos entendamos, es la gran montaña que describiremos más adelante) fabricados a mano por el director de Natural Art Reef Mikel Rota y su equipo con el mismo material calcáreo. Este martes 9 de mayo tuvo lugar la colocación del últimos de estos biotopos que servirán para delimitar la zona del biotopo principal y estarán balizados con boyas para que los barcos puedan fondear sin dañar la estructura, por la que de momento no se puede ni pasar ni navegar.
Este sistema de balizamiento ha sido la aportación de BMW a este gran proyecto, muestra de su «firme compromiso con no solo crear conciencia sobre la importancia de cuidar el medioambiente, sino también actuar con un proyecto tangible y real para proteger y cuidar nuestro mar Mediterráneo, un activo vital en términos socioeconómicos y por su biodiversidad marina para nuestro país», explicó durante el acto Pilar García de la Puebla, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo BMW en España.
El gran biotopo
Esta estructura tiene una base de 100 metros de diámetro, lo que la convierte en una montaña submarina ocupa mayor superficie que un campo de fútbol. Alcanza los 20 metros de altura y está instalada en una zona cercana a la costa con una profundidad de unos 34 metros.
La peculiaridad que hace única esta montaña, en comparación con otros arrecifes instalados a lo largo de los mares del mundo, es que está formada por piedras hechas de cemento natural, el único que resiste bajo em agua, y por carbonato cálcico. El carbonato cálcico es un compuesto presente en los esqueletos de los propios corales y el que se ha extraído para este proyecto proviene de una cantera ubicada a 15 kilómetros de la costa de Torredembarra, con la particularidad de que estas piedras, en forma de coral, estuvieron originalmente sumergidas bajo el océano hace unos 25 millones de años.
Así, bajo el lema ‘Devolver al mar lo que es del mar’, la creación de esta gran montaña natural, que ha tenido un coste de 850.000 euros, es la opción más sostenible para proteger la biodiversidad del Mediterráneo. Además, como explicó el director de Natural Art Reef Mikel Rota, es económicamente muy sostenible ya que no necesita ningún tipo de mantenimiento.
Custodiar y disfrutar del Mediterráneo
Más allá de recuperar la fauna y flora marinas del Mediterráneo, el proyecto también tiene como objetivo convertirse en un punto de turismo de buceo, tan de moda en los últimos años, para poder descubrir toda la biodiversidad oculta tan cerca de nosotros.
Aunque hará falta algo de tiempo para que la vida empiece a desarrollarse en su pleno esplendor alrededor de esta gran montaña de coral fosilizado, los primeros peces ya han empezado a habitar sus recovecos hechos a mano. Este biotopo es fruto de un proyecto que empezó hace 15 años y que «permitirá custodiar mejor nuestro fondo marino y a la vez disfrutar de él», señaló el oceanógrafo y director del Port de Torredembarra, Oriol Milà.
Source: Coches