Tras la presentación oficial en Berlín, por fin ha llegado a España la primera unidad del Tavascan, a la cual hemos tenido acceso gracias a una invitación muy personal de Cupra, que nos ha permitido contemplarlo, tocarlo, subirnos en él y resolver las principales dudas, aunque de momento no nos ha sido posible conducirlo.
El Tavascan, recordemos, es el segundo modelo cien por cien eléctrico de la marca deportiva española tras el Born, y lo cierto es que es un coche sorprendente se mire por donde se mire. No es ni mucho menos el único que responde a la silueta de crossover tipo coupé, pero sí de la forma en que lo hace.
Al natural parece más grande que lo que indican sus 4,64 metros de longitud, y es que es un modelo muy robusto y voluminoso. Destaca su diseño en forma de flecha descendente, con un frontal vestido por una “máscara” en color negro brillante que contrasta con la carrocería y los elementos luminosos. El primero de estos es el logotipo, lo que constituye toda una novedad; otro es la fina línea horizontal que hay debajo, y por último los faros LED, que están divididos en tres secciones triangulares como nueva seña de identidad de Cupra.
El perfil tiene una pronunciada caída posterior y protectores laterales inferiores también en negro brillante, además de unas enormes ruedas que van de las 18 a las 21 pulgadas. En la parte trasera de nuevo tienen protagonismo las luces, con un conjunto que recorre todo el maletero en horizontal y que incluye también el logotipo, creando un sensacional efecto.
El interior también es muy distinto si se compara con otros modelos, sobre todo porque se apuesta por una original consola central sobreelevada y con aspecto de “espina dorsal” que se une al salpicadero. En dicha consola solo encontramos el botón de las luces de emergencia, porque la palanca del cambio automático se traslada a la derecha de la columna de la dirección y todo lo demás se maneja a través de una enorme pantalla central de 15 pulgadas que tiene debajo unos botones hápticos, iluminados como novedad, para el volumen y la regulación de la temperatura.
La pantalla central está orientada al conductor, y el sistema que lo gestiona ha sido optimizado. El cuadro de instrumentos digital es de solo 5,3 pulgadas, pero cuenta con mucha información disponible. Los mandos de las luces se sitúan a la izquierda del volante, como en otros modelos del Grupo Volkswagen. Asimismo, y a diferencia del Cupra Born, en el volante deportivo encontramos dos levas que sirven para graduar la regeneración de energía en cuatro niveles diferentes, y también incorpora dos botones de acceso directo para cambiar entre los distintos perfiles de conducción disponibles o para elegir directamente el más dinámico, denominado Cupra.
En el habitáculo de este modelo cobra especial importancia la luz ambiental, que se reparte por el salpicadero, la consola y los laterales de las puertas, y se puede elegir entre una amplia combinación de colores, que incluso responden al modo de conducción elegido.
No hay que olvidar que estamos ante un modelo de alto ADN deportivo, y la máxima representación de ello lo encontramos en los asientos con el cabecero integrado, que son bastante cómodos aunque solo nos hemos sentado en ellos durante unos pocos minutos.
Las plazas traseras son amplias en cuanto al espacio para las piernas, mientras que a la altura de la cabeza, por el diseño del techo en esa zona, las personas de más de 1,90 metros tendrán que ajustar levemente su posición para ir cómodos.
El maletero tiene un portón de apertura eléctrica y el volumen disponible es de 540 litros, con un espacio bajo el piso para al menos un juego de cables para la carga.
El Tavascan cuenta con dos sistemas de impulsión eléctricos para cada una de las dos versiones disponibles. La Endurance equipa un motor trasero de 210 kW (286 CV), mientras que la más potente y deportiva VZ monta un propulsor en cada eje (es, por tanto, de tracción total) y ofrece unos más que respetables 250 kW (340 CV).
En ambos casos la batería tiene 77 kWh de capacidad, con lo que la autonomía se extiende hasta los 547 km en el caso de la variante Endurance y a los 517 en el de la VZ. Para recargar la energía, bastan solo 30 minutos si se conectan a un punto ultrarrápido, ya que admiten hasta 135 kW de potencia.
Y como nos hemos referido a su faceta deportiva, basta citar un ejemplo: la versión VZ de mayor rendimiento ofrece una aceleración de 0 a 100 km/h en solo 5,6 segundos, con una velocidad máxima limitada a 180 km/h.
El Cupra Tavascan, que se pondrá a la venta a mediados de 2024 es el primero de un trío de novedades eléctricas que se completará ese mismo año con el SUV Terramar y con el urbano Cupra Raval en 2025.
Source: Coches