La Inspección Técnica de Vehículos es obligatoria para todos los automóviles que tengan más de cuatro años, una revisión que debe ser aprobada por los expertos para conseguir la pegatina que acredita que el coche es apto para la circulación.
Esta etiqueta es fundamental. Se trata del distintivo de inspección técnica periódica del vehículo, que indica que «el vehículo ha superado favorablemente la inspección técnica periódica, así como la fecha en que debe pasar la próxima inspección», tal y como se puede leer en el Real Decreto 2822/1998, de 23 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento General de Vehículos.
Tal y como indica la misma norma, este distintivo hay que pegarlo siempre en el vehículo. En el caso de tener parabrisas, «la pegatina se colocará en el ángulo superior derecho del parabrisas por su cara interior», se explica.
Si no se tiene parabrisas en el vehículo, «el distintivo se colocará en sitio bien visible. La cara sin imprimir del distintivo será autoadhesiva», matiza el Real Decreto.
¿Qué pasa si no se pone la pegatina de la ITV?
A pesar de estas claras indicaciones, muchos conductores salen de pasar la ITV positivamente, pero no se acuerdan de pegar el distintivo que lo acredita en el parabrisas o en otro lugar visible de los vehículos que no tengan ventana frontal.
Esto es motivo de multa, es decir, si los agentes paran un vehículo tras pasar la ITV y no tiene pegado el distintivo en la zona visible, el conductor puede ser sancionado con una multa de hasta 80 euros.
De hecho, hay que tener claro que el conductor no es el que recibe la multa, sino el titular del vehículo, que es el encargado de todas las responsabilidades de ese automóvil, tanto de pasar la ITV como de llevar toda la documentación en regla, incluyendo la pegatina en el parabrisas.
Source: Coches
