Estrenamos año y, con él, muchos cambios que van a afectar al sector del automóvil. La vuelta a los antiguos porcentajes de pago del impuesto de matriculación, adaptándose ya por completo a la entrada en vigor del ciclo de mediciones WLTP, va a encarecer el precio de los nuevos coches en venta.
Desde la empresa de renting Northgate, se calcula que los precios van a subir, en los coches de gasolina y de diésel, hasta un 5% de su valor el año pasado como resultado de la aplicación estricta del impuesto de matriculación y de las nuevas mediciones de emisiones.
Este encarecimiento puede ser que tenga una consecuencia positiva sobre el renting y otros modos de disponer de un vehículo, ya que no es necesario abonar este impuesto. Si ya de por sí el año pasado el renting creció un 21% según cifra de AER, es posible que este año crezca aún más.
Subida del diésel
Además del cambio en el impuesto de matriculación, el mismo informe de Northgate apunta a la nueva fiscalidad del diésel como otro factor de encarecimiento del uso de los vehículos con motor de combustible, que serán los grandes afectados de este año .
Uno de los compromisos que adoptó España con la Comisión Europea es equiparar los impuestos del diésel (hasta ahora bonificado) con los de la gasolina. Esto supondría una subida de 3,3 euros de media para el uso de un vehículo diésel convencional (tipo turismo).
Y, por último, la ley de Cambio Climático y Transición obligará a las ciudades de más de 50.000 habitantes a diseñar áreas de bajas emisiones y tráfico restringido, lo que afectará a las ventas de coches más contaminantes pero también al bolsillo de los conductores, al enfrentarse a multas de más de 90 euros en el caso de no respetar las restricciones.
Source: Coches