Pese a que ahora los frenos de mano tienden a ser eléctricos, todavía quedan muchos modelos convencionales de palanca en coches en circulación. Y, por mucho que el freno sea eléctrico, el funcionamiento que hay detrás de esta pieza de seguridad del vehículo sigue siendo la misma.
Cuando accionamos la parte visible del freno de mano, sea la palanca o el botón, la varilla de tiro (que está conectada a la pieza derivadora mediante tuercas de reglaje, explican desde Mapfre) junto con las guayas (conectadas a las llantas traseras), generan la presión necesaria en los platos de frenos para dejarlos inmovilizados. La parte visible del freno de mano es la palanca de mandos, en los mecánicos, o el botón con la letra P, en los eléctricos.
Una reparación que se puede hacer en casa
La principal avería que puede sufrir el freno de mano es que la sirga mediante la que se activa el mecanismo de la palanca se destense y, entonces, el freno deje de ser efectivo. También puede romperse y comprar una nueva cuesta alrededor de diez euros. A la reparación habrá que sumar el tiempo de trabajo del mecánico, entre los 25 y los 30 euros en talleres multimarca.
Tensar el freno de mano es una reparación muy sencilla que apenas lleva un cuarto de hora completar y que, de tener algo de paciencia, se puede reparar en casa sin necesidad de acudir al mecánico. Para la sustitución sí que es aconsejable ir a un taller, ya que el freno de mano es un elemento de seguridad del coche importante.
En el caso de que el freno de mano sea eléctrico, sí podría haber algún fallo en los cables y el precio de la reparación podría elevarse algo más al tener que buscar, exactamente, dónde se encuentra el fallo. Aun así, por norma general es muy difícil que el freno de mano se rompa y que haya que sustituirlo todo entero.
Source: Coches