Los componentes que más nos preocupan de un coche son aquellos que o bien desempeñan funciones indispensables para el funcionamiento del vehículo o bien aquellos que más se ven. Sin embargo, hay que pequeñas piezas que pasan desparecidas pero que también se deterioran y necesitan reparaciones.
Las juntas de goma de las ventanillas y del parabrisas del coche, donde se ajustan estos cristales y crean de manera hermética un marco a su alrededor, son un buen ejemplo de estos descuidos.
El material con el que están fabricadas las juntas puede sufrir el clima, el paso de temperaturas elevadas a más frías y la humedad, al igual que sucede con las escobillas de los limpiaparabrisas. Si estos aislantes se estropean, es posible que el aire y el frío se cuelen con más facilidad dentro del coche e incluso se puede llegar al punto de que peligre la integridad de os cristales, ya que son estas gomas las que los sujetan en su posición.
Cuando las juntas de los cristales del coche empiezan a deteriorarse no hay proceso que pueda recuperar su estado original y lo más aconsejable es, entonces, sustituirlas por un juego nuevo. Por suerte, esta operación no es excesivamente costosa, aunque habrá que prestar atención en el momento de la compra.
Las juntas de las gomas se venden según el modelo del coche que conduzcamos. Se pueden comprar los recambios en páginas especializadas indicando el modelo del coche o, directamente, acudir al taller para que ellos se encarguen de comprar lo que sea necesario. Los recambios de las juntas de goma de los cristales cuestan alrededor de los 50 euros para un coche medio, sea turismo o SUV. El proceso de reparación puede ser algo más largo y costoso y la operación puede tener un coste final de un par de cientos de euros, dependiendo de las horas de trabajo que factura el taller.
Source: Coches
