Cuando compramos un coche, una de las principales elecciones es elegir qué tipo de motor se ajusta más a nuestras necesidades. Las cifras de consumo de un vehículo son una de las características en las que cada vez más conductores se fijan, ya que el gasto en combustible o electricidad es uno de los fijos que deberemos pagar durante toda la vida útil del coche.
Cada tipo de motor tiene sus inconvenientes y ventajas: el precio de la gasolina o el diésel, las dificultades para encontrar surtidores de gas o la imposibilidad de instalar un punto de recarga en casa. Todos los factores han de tenerse en cuenta para cerrar una compra que se ajuste verdaderamente a nuestras necesidades y a nuestros bolsillos.
La OCU ha realizado un estudio en el que analiza el coste en carburantes o similares de cada tipo de motor y resuelve a partir de cuántos kilómetros recorridos sale rentable cada motorización. Para ello, ha tenido en cuenta el coste en combustible cada 100.000 kilómetros teniendo en cuenta un consumo de un automóvil de tamaño y potencia medios.
Para cada tipo de motor se han estimado los precios medios de los combustibles y la electricidad, además de ciertos factores de consumo dependiendo de la motorización. Así, se han tomado como referencia los siguientes precios y características:
- Gasolina: 1,63 euros/l.
- Diesel: 1,48 euros/l.
- GLP: 0,95 euros/l.
- Electricidad: 0,2 euros/kWh.
- Híbridos enchufables: 70% del consumo electricidad, el 30% gasolina.
- Los coches con motor bifuel gasolina-GLP: 100% GLP.
La OCU ha determinado que, transcurridos 10 años de uso en los que se hayan recorrido 100.000 kilómetros, los coches más caros de mantener son los de motor de gasolina. Establecido este punto de referencia, el estudio desvela que la mecánica más barata de mantener y la que antes de amortiza en cuanto al gasto de compra en la de GLP.
Cuándo empieza a ser rentable cada tipo de motor
Los coches diésel cuestan unos 2.500 euros más de media que los de gasolina y el gasto en combustible para 100.000 kilómetros es de 8.900 euros, por lo que empiezan a salir rentables a partir de los 75.000 kilómetros recorridos.
Los híbridos no enchufables también cuestan unos 2.500 euros más que los de gasolina y cuesta alimentarlos 10.000 euros, por lo que empiezan a salir rentables a los 110.000 kilómetros. Sin embargo, los enchufables cuestan unos 4.000 euros, pero solo sirven 6.400 euros para repostarlos durante 100.000 kilómetros, por lo que empiezan a salir rentables a partir de los 70.000 kilómetros, antes que los de diésel incluso.
En lo que se refiere a los motores 100% eléctricos, hay que invertir 7.000 euros más para comprarlos que en el caso de los de gasolina, pero el gasto de recarga es de 4.000 euros. La rentabilidad empieza a partir de los 85.000 kilómetros de uso, cifra que baja a los 30.000 si se reciben las ayudas del Plan Moves.
Finalmente, los bifuel gasolina-GLP cuestan solo 700 euros más que los modelos únicamente de gasolina. El carburante GLP para 100.000 kilómetros cuesta 8.550 euros, por lo que empiezan a salir rentables a partir de los 20.000 kilómetros. Aquí dejamos un artículo con una selección de modelos que se alimentan con GLP.
Source: Coches