Lun. Nov 18th, 2024

Los coches eléctricos necesitan de un cuidado mecánico específico. Si bien es cierto que precisan menos mantenimiento periódico que los vehículos con motor de combustión, ya que no necesitan aceite para el motor, no hay correas que cambiar, etc.; esto no cambia para que puedan sufrir fallos o averías.

La batería del coche eléctrico, por supuesto, es elemento que más hay que cuidar y el que nos puede dar problemas. Habitualmente, tienen un largo periodo de garantía, aunque el mismo dependerá del fabricante. El fallo más común en este componente del coche eléctrico es que, con el paso del tiempo y el desgaste, pierda capacidad. Esto quiere decir que la autonomía de la batería del coche eléctrico se reducirá con el uso, aunque cargándola de manera adecuada y siguiendo las indicaciones del fabricante se podrá retrasar este desgaste.

Algunos fabricantes garantizan un nivel de funcionamiento óptimo de la batería de ocho años y, si llega el momento de la sustitución, esta puede costar miles de euros, aunque hay marcas que ofrecen modalidades de alquiler y otros programas de sustitución de baterías.

Frenos y neumáticos, indispensables

El resto de piezas de un coche eléctrico que más averías pueden presentar son los neumáticos, los frenos y el líquido refrigerante de la batería. Este último debe cambiarse según las instrucciones del fabricante y es un fallo específico en los coches eléctricos.

Los otros dos son comunes a cualquier vehículo. Los neumáticos habrá que cambiarlos cuando se deformen o desgasten o el dibujo de la banda de rodadura sea inferior a los 1,6 milímetros. En el caso de los frenos, aunque gracias a la frenada regenerativa sufran menos en los coches eléctricos, no hay que dejar nunca de revisar el estado de las pastillas y del líquido de frenos. Conducir con unos neumáticos y un sistema de frenado en mal estado es peligroso independientemente del tipo de motor que equipe nuestro vehículo.


Source: Coches

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por admin