La calefacción del coche es una gran aliada en invierno, cuando se agradece entrar dentro del vehículo y poder entrar en calor. Pero, como sucede con todo, cuando no se usa bien se puede estropear y, al mismo tiempo, aumentar el gasto de combustible del vehículo.
Por ello, es importante esperar unos minutos antes de encender la calefacción del vehículo y aquí explicamos por qué. La calefacción aprovecha el calor generado por el funcionamiento del motor, por lo que tiende a gastar menos combustible que el aire acondicionado, explica el RACC.
Pese a ello, lo mejor es esperar a que el coche esté caliente para activarla: si el coche aún no está caliente, el aire que entrará enfriará más el interior del vehículo y nos obligará a activar con más fuerza la ventilación, el elemento que sí gasta carburante en todo este proceso. Además, al dejar entrar aire frío, bajaremos la temperatura del vehículo y probablemente se forme vaho, dificultando así la visión del conductor.
Una temperatura constante
Una vez que el coche haya cogido temperatura y tengamos la calefacción puesta, hay que mantenerla a una temperatura estable (los grados perfectos están entre 19 y 22ºC, según AECA-ITV) y seleccionar, según el RACC, «la opción de distribuir el aire caliente en la salida de aire hacia los pies y en la que dirige al parabrisas, al mismo tiempo». Así, nos aseguraremos el ambiente ideal en el habitáculo, ya que el aire caliente tiende a subir, y evitaremos que el parabrisas se empañe.
Como último consejo, es conveniente no usar la calefacción si el coche está parado durante más de un minuto. Para poder usarla, tenemos que tener el vehículo encendido y, en parado, este puede llegar a consumir entre medio litro y un litro a la hora de combustible si se deja al ralentí.
Source: Coches