El alcohol y la conducción no son grandes aliados y es mejor alejarse de un coche si se han consumidos bebidas alcohólicas, al igual que sustancias estupefacientes. Además de por las elevadas multas a las que se puede enfrentar el conductor, la seguridad de este como de otros usuarios de la vía corre un grave peligro si se consume alcohol antes de conducir.
Pese a todas las campañas especiales de concienciación y de vigilancia, hay un cierto porcentaje de conductores españoles que todavía no ha entendido estos riesgos de conducir ya no solo en estado de ebriedad, sino simplemente habiendo bebido. El 14% de los conductores suele coger el coche después de haber consumido alcohol de manera habitual, según desvela un estudio del comparador online Acierto.com. También este 14% ha conducido alguna vez superando el límite legal de alcoholemia, siendo consciente de que estaba poniendo en riesgo la seguridad vial.
Cerca de 9 de cada 10 conductores, sin embargo, sí que conoce cuáles son lo límites legales de alcohol en aire espirado y en sangre a la hora de tener que someterse a un control de alcoholemia. Pese a ello, un 80% de los conductores que perdieron la vida en accidentes de tráfico el año pasado superaba el límite de 1,2 gramos por litro en sangre.
Pese a que el alcohol está detrás del 60% de los accidentes de tráfico y los riesgos de sufrir una colisión se multiplican por 25 cuando el nivel de alcoholemia supera los 1,5 gramos en sangre, el 60% de los conductores encuestados que no beben antes de ponerse al volante no lo hacen por este peligro, si no por evitar una multa.
Un dato que los conductores a veces olvidan es que, además de la multa y de la posibilidad de sufrir un accidente, las pólizas de seguros no cubren al conductor si se encuentra bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Así, además de tener que hacer frente a la sanción económica, deberá enfrentarse a posibles indemnizaciones y reparaciones consecuencia del accidente.
Source: Coches