Ahora que las ayudas en el precio del combustible ya no están en vigor, los presupuestos personales vuelven a estar más ajustados y hay que recurrir a todo lo que esté en nuestra mano para contener los gastos en el transporte.
Si no nos queda más remedio que usar el coche, nunca está de más analizar la forma en que conducimos, porque puede que tengamos hábitos que aumenten de forma importante el consumo de combustible. Y es que la manera en que aceleramos, frenamos, manejamos el cambio y elementos de equipamiento del coche pueden tener alta incidencia en lo que gasta el coche.
Como explica la consultora alemana especializada TÜV SÜD, “la clave en el consumo no está tanto en el automóvil, sino en el uso que hacemos de él”, más allá de una correcta puesta a punto y de mantener la ITV del coche al día, por supuesto. Por tanto, si queremos hacer una conducción más eficiente, viene bien tener en cuenta algunos consejos básicos. Llevando a cabo este paquete de recomendaciones «se pueden ahorrar hasta 500 euros al año», según la DGT, además de reducir las emisiones y alargar la vida útil de nuestro vehículo y de muchos de sus componentes.
Utilizar marchas largas
Circular con la marcha más larga posible, incluso en ciudad, permite que el motor funcione de manera más desahogada y que gaste menos. Como referencia, se recomienda utilizar la cuarta o quinta marcha antes de llegar a los 50 km/h, y siempre, por supuesto, respetar los límites de velocidad.
Limitar el uso prolongado de marchas cortas
No hay que tomar la conducción como una carrera y apurar siempre las marchas. Es aconsejable acelerar de forma progresiva y cambiar cuanto antes de velocidad, excepto, claro está, cuando se necesita potencia del motor, como en cuestas pronunciadas o al adelantar, por ejemplo.
Velocidad constante y moderada
Si se evitan acelerones y frenazos, el gasto de combustible se modera. Lo mejor es, dentro de lo posible, circular a velocidad constante, para lo que es conveniente mantener la distancia de seguridad con respecto al resto de vehículos.
La anticipación ayuda
Una buena manera de no acelerar y frenar de manera brusca y repetida es mirar más allá en la carretera, no solo al coche que nos precede, y adaptarnos antes a cualquier cambio de ritmo poco a poco. Es mejor hacerlo así que apurar y tener que frenar de manera brusca si nos acercamos mucho al vehículo o vehículos que nos preceden.
Usar lo justo la climatización
El uso del sistema de climatización requiere de energía, y eso hace que el consumo de combustible pueda aumentar entre un 10 y un 20%. Desconectarlo cuando no es estrictamente necesario ayuda a reducir el gasto. También es recomendable no llevar las ventanillas abiertas en carretera, porque esto compromete la aerodinámica del coche y aumenta el gasto de combustible.
Vigila la presión de los neumáticos
Los neumáticos funcionan de manera óptima con el nivel de presión homologado y recomendado. Si es una cifra 0,5 bares inferior, por ejemplo, el consumo puede aumentar entre un 2% en vías urbanas y un 4% en las interurbanas. Siempre hay que revisar la presión de los neumáticos, y si se hace un viaje largo con más carga de la habitual, aumentarla a los niveles indicados por el fabricante en ese caso. Además de ahorrar combustible, esto también alargará la vida del neumático.
Source: Coches